Estudiantes de la Universidad Católica del Maule y de la Universidad de Talca.. Autonomistas, Izquierdistas y categóricamente anti-capitalistas..

30.5.06

A no decaer compañeros!!.. la lucha recién comienza


El día 30 de mayo del 2006, permanecerá en la memoria colectiva como un día histórico para nuestra ciudad. Más de 3000 estudiantes secundarios y universitarios se movilizaron por las calles de Curicó exigiendo autenticas transformaciones al modelo educacional implantado en el periodo dictatorial y eficientemente administrado por la Concertación. Cabe señalar que este conglomerado político, ha demostrado falencias en su gestión y coordinación entre ministerios y por otro lado, ha tomado comportamientos infantiles que no están a la par con la seriedad y compromiso de los secundarios, marcando así una verdadera asimetría.
¿Es este el comienzo o el final del movimiento secundario a nivel nacional? Creemos que la lucha no cesa ni cesará, solo cambia de forma, producto de que las demandas ya conocidas por los estudiantes medios se mantienen con el puño en alto y por otra parte el desentendimiento del Gobierno hacia esta materia, potencia aun mas las movilizaciones y la sed de lucha por estas demandas justas y justificadas.
Hoy, son otros los que acallan en las frías mañanas, son otros los que aportan con el estridente de una sociedad mejor; son estos, aquellos que los creían vencidos y apabullados por el yugo de la ignorancia y timidez los que hoy dan cátedras de organización y gallardía por la reivindicación de los derechos que subsistían aun en los bolsillos sometedores.
Por otro lado, es realmente emotivo darse cuenta de que la caída de los metarrelatos que plantea el postmodernismo y su filosofía-política neoliberal no es más que otra de las mentiras de un modelo despiadado. Asistimos a la reivindicación de los movimientos colectivos, a la enarbolarción de banderas que propalan el bien común, en contra del individualismo a que nos sometieron por la fuerza y el miedo a los sórdidos fuciles.

16 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Organizaciones autónomas apoyan lucha estudiantil


Manifiesto constitutivo

Comités Populares por una Nueva Educación y Trabajo

Debido a la crisis de la educación y del trabajo en el país, donde la primera no cumple las funciones del aprendizaje necesario para las nuevas generaciones y el segundo se transforma cada más en precario e inestable, se hace indispensable que los actores sociales no nos mantengamos aparte y asumamos un rol activo en las discusiones y búsqueda de soluciones.

No es suficiente que los estudiantes, profesores y autoridades negocien o se enfrenten dentro de un sistema cerrado que se mantiene exclusivamente al interior de las instituciones educativas. Es fundamental abrir la discusión hacia nosotros: padres, madres, abuelos, hermanos, parientes y vecinos de los educandos, que tenemos mucho que decir o proponer y no existen los canales para ello, por eso nos decidimos a construirlos nosotros mismos para desarrollar espacios de diálogo en barrios, comunidades y localidades donde vivimos, sufrimos, soñamos y tenemos nuestras manos y corazones que son un patrimonio que, si nadie sabe, quiere o puede utilizarlos adecuadamente, seremos nosotros mismos los que descubriremos como hacerlo.

Los estudiantes se movilizan por cientos de miles en todo el país demostrando con ello la crisis que estamos pasando, mientras las condiciones generales de vida se deterioran cada vez más y millones de chilenos, mapuche, aymaras y otras comunidades tenemos que ganarnos la vida vendiendo cualquier objeto en las calles, donde somos acosados por la policía y se nos obliga a practicar el robo o el tráfico de drogas para tener algún dinero para comprar lo que necesitamos en casa. La vivienda se ha transformado en un supermercado donde nos vamos endeudando cada día más pagando por casas de dudosa calidad. Si vemos un terreno abandonado y queremos construir una casita ahí, de inmediato nos arrojan bombas lacrimógenas y somos tratados como los peores delincuentes. Si los mapuche quieren recuperar su tierra ancestral, son tratados con la ley antiterrorista y hechos prisioneros.

En esas condiciones, que más encima el sistema educativo esté fallido de arriba abajo, cuando es prácticamente la única oportunidad que tenemos algunos para intentar salir de la marginalidad y la miseria, poco o nada se nos deja para mirar hacia el futuro. Vendrán soluciones y las autoridades entregarán algunas respuestas, pero siempre serán parciales mientras sigan existiendo las injustas condiciones de que unos pocos ganan mucho a costa de los muchos que ganan poco o nada, por lo que se hace necesario buscar soluciones de fondo. Si los estudiantes se desmovilizan, nosotros continuaremos analizando y descubriendo maneras de ir más allá, hacia verdaderas soluciones.

Para eso convocamos a vecinos y comunidades a instalarse en asamblea permanente y constituirse en Comités Populares por una Nueva Educación y Trabajo CET, cuyas funciones pueden ser, entre otras, las siguientes:

Apoyar desde los barrios y localidades la lucha de los estudiantes por sus derechos.

Discutir la creación de escuelas comunitarias en barrios, caletas de pescadores artesanales, comunidades rurales y donde sea posible.

Pedir a los estudiantes universitarios que se acerquen a los CET para apoyar las escuelas comunitarias.

Creación de bibliotecas populares y centros culturales atendidos por la misma población del barrio y jóvenes que se dispongan a ello.

Encontrar las maneras de que los cesantes, vendedores ambulantes, jóvenes y dueñas de casa que nos conocemos en cada barrio podamos ganarnos la vida decentemente por medio de emprendimientos productivos comunitarios que se asienten en nuestras capacidades y condiciones materiales del medio en que vivimos.

Buscar formas de que el dinero que llegue al barrio se mantenga en el barrio, es decir que sirva para el desarrollo local, para eso podemos imaginar formas de recreación y utilización de los tiempos libres para estar más tiempos juntos y no tener que ir a otros lugares a gastar nuestro poco dinero.

Buscar fuentes proveedoras de ropas, materias primas, alimentos y materiales en otros barrios, en especial con los otros CET que se vayan constituyendo o directamente con caletas de pescadores y campesinos. La relación económica directa entre productores comunitarios y consumidores populares puede ser una alternativa a las restricciones de un mercado que se hace cada vez más difícil para nosotros y con el cual nos estamos endeudando eternamente debido a nuestra baja capacidad adquisitiva.

Desarrollar la divulgación de la importancia de la multiculturalidad en las escuelas, en especial en las regiones del norte para la legitimación de la cultura aymara, en el sur para la legitimación de la cultura mapuche y en las grandes ciudades donde existe fuerte presencia de descendientes y miembros de estas comunidades.

El CET no es incompatible con ninguna institución u organización presente en el barrio, todos pueden participar, no importa si la persona se considera de izquierda, centro o derecha, tampoco es problema si es marxista, anarquista o cristiano, mapuche, aymara, otra comunidad o ninguna, joven o viejo, hombre, mujer, homosexual o lesbiana, lo que importa es que no participe como representante de su institución o colectivo, sino a título personal y ponga en juego su capacidad de decir y de escuchar, de que camine la palabra, de tejer relaciones horizontales de respeto, solidaridad, cooperación y apoyo mutuo.

Lo más indicado es que quien reciba esta comunicación, pueda analizar en su barrio la convocatoria, así como circularla por internet a otras personas y entidades populares o mediante un impreso que puede distribuir por mano o leer por radios o señales de TV libres, populares, comunitarias y alternativas.

Si usted o su entidad quieren firmar esta convocatoria, puede enviarnos su aceptación.

Al constituirse un CET y usted lo conoce o participa, puede enviar el nombre del barrio, fecha de constitución, cantidad de personas y un mail de contacto. De inmediato recibirá respuesta con los otros mails abiertos para establecer una comunicación directa y horizontal.

La hora no es de vacilaciones, sino de tomar decisiones.


Comités Populares por una Nueva Educación y Trabajo


Firman también:

Red de Economía Popular y Ecología Social V Región
Red nacional de educadores populares en Escuelas Comunitarias
Centro de Estudios Libertarios - Iquique
Centro Cultural y Biblioteca Popular Caleta Chanavayita
Clajadep Chile
Centro Cultural Taller Sol - Santiago
Escuela autónoma Valiente. Población Hirmas, Renca - Santiago
Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile Conapach
Universidad Arcis - Sede Valparaíso

Apoyo desde el exterior:

K@s@ndr@s-feministas libertarias-Argentina-
Red Latina sin Fronteras

Ponga su firma y distribuya


COMO ORGANIZAR UN CET EN SU BARRIO O COMUNIDAD

Converse primero con dos o tres de sus amigos.
Con ellos discuta la convocatoria y elaboren un plan de invitación a los vecinos.
Vean un día, lugar y horario conveniente para la primera asamblea.
Hagan carteles simples y pongan en lugares visibles para llamar a la asamblea constitutiva del CET del barrio.
Conversar con un estudiante que quiera participar y preparar juntos un informe de la problemática estudiantil que él entregará a la asamblea

Sugestiones para cartel: “Asamblea vecinal autoconvocada para informar la situación de los estudiantes”. Mande otras sugestiones al mail comitespopulares@yahoo.es para circularlas

Sugestiones para inicio de la asamblea: Buenas tardes, amigos y vecinos, amigas y vecinas. Yo, Juan González y mis amigos aquí, Carlos y Ana María (señalarlos), hemos pedido al estudiante Esteban que por favor nos informe a los vecinos de cuál es la verdadera situación de los estudiantes y antes de eso vamos a dar lectura a la convocatoria que está circulando en diferentes medios.

Se procede a leer la convocatoria a los CET, luego se continúa hablando: “De esta manera, vamos primero a escuchar al amigo estudiante y luego los interesados en apoyarlos y formar un Comité Popular por una Nueva Educación y Trabajo CET, se quedan un rato más para que conversemos".

Que hable el estudiante y luego de preferencia hay que estimular preguntas y cruce de ideas entre los participantes. Las preguntas que queden sin respuestas, se puede decir que serán enviadas a los CET para que se mande información, ya que un compa está organizando un archivo con la información que aparece en los diarios y medios alternativos como Indymedia, Hommodolars y Clajadep, tanto de las luchas estudiantiles como de las declaraciones y medidas del gobierno.

Luego se quedan los interesados en echar a andar el CET y con ellos se lee la convocatoria paso a paso y entre todos pueden determinar los encaminamientos posteriores. Es bueno que hagan un relatorio de lo conversado, los problemas o dudas que se presentaron, las decisiones tomadas, etc. para divulgar ampliamente y que sirva de estímulo a otros barrios. Pueden enviar ese relato al mail de los CET comitespopulares@yahoo.es

NOTA:
Los CET son autónomos, representan el interés del barrio para apoyar la lucha estudiantil y desarrollar por si mismos las discusiones y tareas.

A estimular la autoorganización social en los barrios y comunidades!

Comuníquese al mail comitespopulares@yahoo.es

9:47 p. m.

 
Blogger testaferreira said...

Quinto Infierno frente a las movilizaciones de los estudiantes secundarios
Como a tod@s, nos tomó por sorpresa y falta de preparación la gigantesca movilización impulsada por los estudiantes secundarios desde hace unas tres semanas atrás, y apoyada a estas alturas por las grandes mayorías nacionales, por universitarios, profesores, apoderados, y la totalidad de los movimientos sociales, y que ya alcanzó ribetes de hito histórico con la jornada de movilización nacional de ayer martes 30 de mayo del 2006, una fecha que quedará para la historia, en la que nuestro país parecía haberse transformado repentinamente con 600 mil jóvenes expresando su descontento contra el sistema educacional, muestra significativa de su falta de adhesión al tipo de sociedad en la que viven recién sus primeros años.

Los últimos días nos han pillado justamente en eso: pasar de la sorpresa inicial ante la rápida extensión de las movilizaciones, ante el triunfo político y comunicacional del movimiento secundario en cuanto a la legitimidad de su organización y protesta, a la participación activa en las movilizaciones desde los espacios donde nos hemos venido moviendo los quintoinfernistas, principalmente universitarios.
Estuvimos ayer en un Chile donde se respiraba un aire de democracia como nunca. Y a diferencia del 5 de octubre de 1988, donde la derrota de la peor época que recuerde la humanidad sobre estas tierras fue mediante las reglas que imponía ella misma (el plebiscito "amarrado" a que nada se iba a modificar), ayer las multitudes chilenas, principalmente de las nuevas generaciones, nos tomamos las calles y establecimientos educacionales de todo el país, reclamando por la herencia más palpable que nos han legado las elites economicas y políticas de los últimos treinta y tantos años.
Así como el cuestionamiento a la educación por parte de la juventud y la niñez de nuestro país va más allá de las demandas puntuales planteadas por los estudiantes secundarios y los universitarios desde hace bastante tiempo, la multitudinaria demanda por una nueva educación tiene implicancias más allá de sí misma: es un reclamo ante el tipo de sociedad en que hemos crecido.
Partiendo por lo más evidente y crudo del modelo de "gobernabilidad" que ha gobernado las tres últimas décadas: la feroz represión ante el disenso, el terrorismo de estado aplicado brutalmente a todo aquello que parezca desordenar el tranquilo "clima favorable a la inversión", sean "upelientos", inadaptados, mapuches, "terroristas", pobladores "maleducados", delincuentes, o simplemente jóvenes carreteando en alguna esquina o plaza, en un estadio, en una tocata de música... o en una marcha estudantil.
Con respecto a eso, solo algo más: si construir la democracia significaba tener el derecho a reunirse y manifestarse libremente, si implicaba tener medios de comunicación e información medianamente imparciales e independientes frente a los grandes poderes, si tenía que ver con el reencantamiento con la política como acción colectiva y social con miras a un país mejor, fue ayer, y no hace 16 años, el comienzo de una nueva etapa democrática en Chile.
Y es los gobiernos de la Concertación están recibiendo, de parte de las generaciones que han nacido y crecido bajo sus mandatos, la más grande movilización social que se recuerde desde las de '82-'83, cuando el pueblo chileno arrinconó a la dictadura con 22 protestas nacionales tras una crisis económica que parecía hacer tambalear el hasta entonces reciente y flamante modelo económico neoliberal. Después de eso, lo que vino fue la transacción que llevó a cabo la Concertación de Partidos por la Democracia con la dictadura, y que despejaría el camino para el cambio gubernamental, para pasar de manos militares a civiles.
Pero no cambió mucho el modelo de sociedad en que vivimos cotidianamente, salvo que desde el terror sistemático de la dictadura se pasó a uno más tenue y desapercibido: la represión focalizada en los pocos sectores sociales organizados y críticos, el arbitrario manejo comunicacional a todo conflicto político y social, y el cerrazón institucional que ordena que "a la política" sólo acceden un puñado de elegidos, sólo aquellos que pactaron un día un supuesto "regreso a la democracia" a fines de los ochenta.
Pero así como hoy los personajes de la dictadura militar se retiran por la puerta chica de la historia, en medio del repudio más general por parte de las mayorías chilenas (la derrota histórica del pinochetismo, a pesar de su "triunfo" militar y macroeconomico), la Concertación está recibiendo el juicio histórico de las nuevas generaciones, a pesar de sus "éxitos" democráticos y electorales, su "flamante" economía insertada en los mercados globales, y la "aparente" tranquilidad social que promueve en el exterior.
Ponemos entre comillas todo eso, porque en un país donde la contradicción aflora por todas partes y a cada rato, nos hemos acostumbrado a escuchar y leer las cosas al revés, sobre todo cuando quienes pronuncian o escriben esas palabras son los mismos de siempre: las elites de poderosos que han gobernado excluyentemente durante las últimas décadas, más allá de trapasos cívico-militares.
Políticamente, la Concertación es la coalición política con más triunfos electorales en el mundo, y ha obtenido una adhesión que supera la mayor de las veces el 50 por ciento de los votos validos. Pero eso es sólo parte de la verdad. El resto de la verdad es que la participación ciudadana en las elecciones ha ido a la baja desde que las multitudes chilenas se incribieron en los resigtros electorales de la dictadura de Pinochet para derribarla, y que los nuevos jóvenes chilenos han tenido un bajísimo interés en participar en, lo que se supone, es el pilar de la democracia "a la chilena": elecciones democráticas realizadas bajo estabilidad institucional. Más aún, la participación política en general, ha sido puesta en segundo plano tras los arreglos cupulares de la "gran política", esa que está protegida de cuestionamientos al modelo, y que se dedica a administrar su desigualdad, a entregar el país, sus recursos y fuerza de trabajo, a los grandes capitales, y a contener la crisis social que ha producido la cada vez más evidente irracionalidad de la realidad social chilena.
La extraordinaria organización estudiantil que ha salido a la luz en estas movilizaciones es la expresión más acabada de la búsqueda que muchos actores políticos y sociales han desarrollado los últimos años en la difícil y compleja tarea de refundar la politica y la república chilena. La masiva participación "de base", la democracia interna del movimiento, la certeza en la legitimidad de sus demandas, la preparación y convicción de sus dirigentes, hacen del actual movimiento de estudiantes secundarios un invaluable aporte a la construcción de ese nuevo Chile que se va abriendo paso poco a poco, pujando por actualizar las correlaciones de poder, remover el autoritarismo y la apatía política que predominaron durante los noventa, y poniendo a prueba, en estos últimos meses, la real inteneción y voluntad política que anima al llamado "progresismo" dentro de la Concertación, supuestamente, el sector que asume la conducción de la coalición gobernante con la llegada de Bachelet a la presidencia hace dos meses.
Podrán pasar muchas cosas con respecto al desenlace de estas movilizaciones, pero el avance y aprendizaje de los jóvenes chilenos, de sus organizaciones estudiantiles secundarias universitarias, de los múltiples colectivos y movimientos que han impulsado una nueva politización entre las nuevas generaciones, y del conjunto del movimiento social chileno, debe ser la huella más profunda que dejarán estas semanas hacia un futuro próximo marcado por la emergencia de un sujeto político y social que, como comienza a predominar en nuestro continente, camina hacia la refundación nacional, un nuevo modelo de desarrollo, y una sociedad más libre e igualitaria.
Quinto Infierno... en movilizaciones!!!

www.elquintoinfierno.cl
Cobertura especial por movilizaciones

6:38 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Hola, soy estudiante de Ingeniería de la Universidad Católica (PUC) y egresé de la enseñanza media del Liceo Fernando Lazcano. Chic@s en verdad es un orgullo verlos así de motivad@s. Hoy llegué a Curicó y recién ahí me pude informar que ustedes también estaban en paro. En verdad muchas felicitaciones... eso sí, porfa infórmenme más... se tomaron el Liceo? se plegaron los profesores? el "director"? algún colegio particular se adhirió al paro?

Como nunca el movimiento secundario se ha hecho escuchar (los universitarios estamos realmente sorprendidos con lo que han logrado) y como ex-liceana esta lucha me llega de manera mucho más fuerte q a mis compañeros de carrera, pues (los q hemos estudiado en la educación pública) sabemos q el esfuerzo para acceder a la Universidad es el doble de cualquier alumno de un colegio particular.

Ojalá todos nos demos cuenta de q este es un problema de país y no sólo de unos pocos... echemos a andar nuestras mentes y propongamos soluciones! que una nación sin justicia, no merece llamarse nación ni ciudadanos q digan llamarse chilenos...

saludos!
Vivi

1:28 a. m.

 
Blogger testaferreira said...

CONTINUA LA AMENAZA DE PARO DE LOS ESTUDIANTES
Bachelet se metió en el aula
La presidenta chilena prometió reformas a mediano plazo, pero no accedió a las demandas más urgentes de los estudiantes, como el boleto escolar gratuito. Los universitarios apoyan el reclamo.

Michelle Bachelet salió ayer a intentar calmar los ánimos de los 600.000 “pingüinos” que han puesto a Chile patas para arriba esta semana. Pero es poco probable que la oferta de la presidenta chilena logre convencer a los estudiantes secundarios que piden reformas educativas profundas, además de gratuidad en el transporte escolar, el pase escolar y la prueba universitaria. En su discurso, Bachelet hizo más hincapié en las medidas de largo plazo, como la reforma de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y mejoras en la infraestructura, que en las de corto plazo. El ítem más controvertido, la gratuidad en el trasporte, fue rechazado por el gobierno. “Es mucho dinero”, afirmó Bachelet. Si bien ayer continuaron las manifestaciones en todo el país, no tuvieron la misma magnitud que en días anteriores. La jornada dejó un saldo de 80 detenidos. Además, apoyan la protesta universitarios y profesores.

“Es un esfuerzo macizo pero realista (...) porque yo no hago promesas que después no puedo cumplir”, dijo Bachelet en un mensaje a la nación trasmitido por radio y televisión. A continuación anunció mejoras en la infraestructura, aumento de raciones alimenticias y becas para la prueba universitaria para todo joven que lo necesite –lo que no significa gratuidad, que es lo que pedían los estudiantes–. Además, indicó que el pase escolar se entregará sin costo y podrá ser usado todos los días. En lo que respecta a la LOCE, Bachelet anunció que en julio enviará al Congreso un proyecto de reforma constitucional para dicha ley, “que propone algo esencial, el derecho de todo ciudadano a una educación de calidad (...) El Estado pasará a ser un verdadero garante de la calidad de la educación subvencionada, pública y privada” (ver aparte). “Otros puntos importantes que tocó en su mensaje son el mantenimiento de la descentralización y la creación de una superintendencia de Educación. Por último, llamó a los estudiantes a seguir participando en el debate que ellos mismos instalaron en la sociedad y expresó su deseo de que los alumnos compartan “el orgullo por la educación chilena”.

Sin embargo, el ítem en discusión más controvertido, el transporte escolar gratuito, no fue concedido. Antes del discurso de Bachelet, las negociaciones entre estudiantes y gobierno habían llegado a un punto muerto justamente por este reclamo. “Nosotros encontramos que, cuando un estudiante es vulnerable, es pobre y no se puede movilizar, el Estado se debe hacer cargo, porque no puede asistir a clases por no tener plata para viajar”, afirmó Karina Delfino, una de las voceras estudiantiles. Sin embargo, el ministro de Educación, Martín Zilic, afirmó que la demanda de boleto escolar gratis implica sumas “descabelladas” para el gobierno chileno. “El trasporte gratis sólo en Santiago (para los escolares) cuesta 500 mil dólares por día, es decir, más de 180 millones de dólares anuales”, dijo en declaraciones a Radio Duna. La misma justificación fue repetida, como era de esperarse, por Bachelet, y amenaza con ser uno de los fundamentos principales para cumplir el ultimátum que lanzaron el miércoles los estudiantes: un paro social a nivel nacional el próximo lunes. Lo que aún no está claro es qué magnitud tendría esa medida, sobre todo porque aún está en duda la participación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Los estudiantes secundarios se hicieron sin embargo más fuertes ayer al sumar el apoyo de universitarios y profesores para ese supuesto paro. Estos grupos ampliaron así el movimiento de protesta que iniciaron los escolares a principios de mayo, pero que transcurrido un mes ha crecido como una verdadera bola de nieve, empañando los primeros 80 días de gobierno de la presidenta socialista, que asumió el 11 de marzo. Los universitarios decidieron unirse al movimiento porque “el conflicto de los secundarios derivó en temas estructurales de toda la educación chilena”, dijo el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Nicolás Grau. “Nosotros estamos dispuestos a dar todo el apoyo posible, respetando su autonomía, pero ahora que han emergido los temas de fondo hemos resuelto apoyarlos con más fuerza”, agregó eldirigente. Hoy los estudiantes deberán dar respuesta a las ofertas del gobierno. Los “pingüinos” dirán cómo sigue la historia.

Fuente: diario argentino Página 12
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-67737-2006-06-02.html

1:47 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimados hermanos y cumpitas del movi:(Entre paréntesis) La tele y la tragedia del Río Teno.

La prensa destaca que fueron tres horas, ¡tres valiosísimas y largas horas!, durante las cuales los carabineros Hidalgo y Gutiérrez estuvieron abandonados a su suerte y literalmente a la muerte y frente a la mirada inmóvil de casi todo un país. Si bien no podemos imputar responsabilidades “al voleo”, fue lamentable que la exigencia de una reacción urgente frente a una tragedia tan visible y tremenda, haya sido sustituida por una parálisis tan generalizada y tan estúpida. Disculpe nuestra franqueza, pero es que no fueron unos minutos ni media hora, sino ¡tres horas!, durante las cuales la inoperancia fue brutal, sobre todo por parte de quienes tenían el poder y los recursos para reaccionar. ¡Por favor! Lo sucedido en el Río Teno amerita una reflexión algo más extendida; no podemos quedarnos en un silencio cómodo e indiferente.
Por de pronto, el suceso aludido, nos lleva a confirmar una hipótesis: que los valores dominantes están transformando a una buena parte de la población en una especie de telespectadores lentos para la solidaridad y sin sensibilidad para reaccionar de manera humana y compasiva frente al dolor real de los otros. Sí, porque allí estaba nada más y nada menos que la muerte, llevándose ante nuestras propias narices a dos seres humanos hermanos nuestros, y nuestra reacción fue nula. En rigor, sí hubo reacción, pero ésta fue una reacción puramente “televisiva”, es decir, desde el sofá.
Por esto nos sentimos tentados a confirmar la tesis del periodista Amaro Gomez-Pablos, quien sostiene que los mass-media y especialmente la televisión, han venido haciendo un trabajo exquisitamente técnico y lamentablemente irreversible de idiotización de un país entero. Por favor, no estamos achacándole culpas a los camarógrafos que capturaron la escena del Río Teno; éstos cumplían con su deber; tampoco a los que desde sus casas miraban la televisión. Lo que estamos destacando es otro hecho: el hecho de la nula reacción de un país en momentos en que la muerte, con total desparpajo e impunidad, amenazaba a los cuatro vientos que le arrebataba la vida a dos compatriotas nuestros. El hecho es que si consideramos los inmovilismos y los amagues estériles de reacción frente a una tragedia anunciada durante tres largas horas, se podría fácilmente creer que hay algo que nos está atontando colectivamente y que gracias a ello en el caso de Gutiérrez e Hidalgo, primó más el valor de la escena como espectáculo televisivo que la defensa del valor sumo de la vida defendido por nuestras tradiciones y valores.
Siguiendo la tesis de Gómez-Pablos, si bien creemos que esa idiotización no es generalizable, sí se ha hecho presente entre nosotros.
De hecho, tal idiotización, resultante del anestesiamiento televisivo, está llegando a grados insospechados, toda vez que en este país pareciera que se está perdiendo la capacidad para distinguir lo real de lo ficticio. ¿No habrá pasado algo así en el suceso del Río Teno? Preguntémoslo de otro modo: Considerando que la fantasía, la realidad virtual, la telenovela, el estelar, el show, el “entretenimiento”, la farandulización a cualquier precio, es decir, el espectáculo, lo teatral, lo televisivo, son las claves a partir de las cuales comprendemos la realidad, ¿hasta qué punto pudieron haber incidido en la inmovilización de un país ante una tragedia que se cernía sobre dos hermanos nuestros ante nuestros propios ojos? ¿Cuántos no habrán contemplado la tragedia de estos carabineros como si se tratase del mejor episodio de un reality de televisión? Frente a ésta o a cualquier tragedia o dolor ajeno, Chile no puede actuar como un país echado en una butaca que ve la vida comiendo palomitas de maíz sin ver en realidad lo que pasa con los inocentes y las víctimas de carne y hueso que piden auxilio allá afuera.
En definitiva, creemos que la parálisis aludida arriba y nuestras formas torpes, tardías o nulas de reaccionar frente a las víctimas e inocentes de nuestro tiempo, son en gran parte resultantes de la tiranía de los mass-media y del anestesiamiento televisivo, propio de la sociedad del espectáculo y de su gran aliado: el mercado.
Se trata de unos nuevos dioses; dioses de barro pero en colores y que han llegado para quedarse; que están aquí, sentados en nuestra mesa y durmiendo en nuestras camas, controlándonos con su “control”, a los cuales les rendimos culto como retribución porque hacen “milagros a domicilio”, pues nos transforman la realidad en reality y así “alivian” nuestro egoísmo y narcisismo culposo frente a la tragedia del prójimo.
Gracias a esa idiotización sistemática, profitada sin misercordia y sin pausa, minuto a minuto, día tras día, año tras año, el simulacro mediático se apodera de nuestras mentes, de nuestros sentimientos y de nuestros ojos, para que no veamos lo que no tenemos que ver, o para invisibilizar lo que ya no queremos ver. Innegablemente en el Chile de hoy, la imagen –como dice el spot publicitario- es todo. El problema es que la ficción está devorándose a la reflexión, y que lo virtual está eclipsando a lo real, y que la expectación está inmovilizando a la acción y que los mensajeros de la mentira alienante no nos dejan ver ni valorar lo verdaderamente valioso: por ejemplo, el valor de la vida y la dignidad humana, especialmente la de los invisibilizados por la globalización individualista de Mamón.
Y estas son consecuencias de nuestro sacralizado modelo de mercado. Sí, porque el modelo de mercado es primeramente un modelo de vida que maneja una serie de fascinaciones que han exaltado el sensacionalismo al grado del paroxismo, ¡es que este es el negocio! Gracias al mercado, a la publicidad y a la tiranía de la imagen y lo audio-visual, hoy sólo valen las sensaciones y las emociones triviales a ritmo de clip y de zapping y en pantalla plana. Por esto es que las tragedias de los carabineros Hidalgo y Gutiérrez y la de cientos de damnificados por los recientes temporales o por el modelo neocapitalista de Mamón, se contemplan o se ven no desde la realidad sino desde la hermenéutica televisiva impuesta por la teología capitalista del “sálvate solo”, cuya lógica mediático-dominante transforma todo en espectacularidad instrascendente, al tiempo que sacraliza lo trivial, lo instantáneo, lo efímero, lo pasajero, lo frívolo, la velocidad, el sugerir, el provocar, el estímulo conductista, la catarata continua de imágenes, ojalá extremas, y todo con el objetivo de satisfacer la demanda de unos consumidores que sólo quieren ritmo, ritmo, ritmo, ritmo, pero al costo de la pura banalidad, la transitoriedad y el sinsentido.
Por esto creemos que en el desborde del río Teno que se llevaba a Gutiérrez e Hidalgo no estaba presente el hecho real de la muerte inminente de dos hermanos o compatriotas nuestros, sino el mero fluir de una corriente de puras imágenes “en colores” y de sensaciones “fuertes” que satisfacían las necesidades de unas multitudes hambrientas de emociones y de ritmo, ritmo, ritmo. Gracias a la tiranía de los mass-media y del mercado nos hemos vuelto insensibles. Hoy sólo importa lo que determinen la publicidad y los expertos del neuromarketing, lo que digan la tele, la ética de reality, la moral del reiting, la voz sagrada del consumo, de los auspiciadores y del mercado, no importa que miles se desangren en la berma del camino. La vida de los sin influencia no es nada al lado del valor del consumo, y como consumidores consumimos la realidad, creyendo que es un show, y la tragamos sin digerirla y la expulsamos al instante en un proceso interminable e indetenible, y sin movernos de nuestro sofá. ¡Lamentable!
Por último y desde otro ángulo, nos preguntábamos, cómo y con cuánta rapidez hubiesen reaccionado los sistemas de rescate y emergencia si la tragedia de los carabineros Gutiérrez e Hidalgo se hubiese desatado en algún lugar del Mapocho (de Plaza Italia para arriba). ¿Se dan cuenta cómo el centralismo deviene en clasismo y discriminación? Y también nos preguntábamos si “el país” se habría permitido dilapidar tres horas sin hacer nada si en vez de un Hidalgo y un Gutiérrez se hubiese tratado de otras víctimas, por ejemplo, de un Errázuriz y un Larraín. Muy probablemente, en dos tiempos se habría puesto a su disposición un operativo a toda máquina, con destacamentos de rescatistas expertos de algún comando del Ejército y por lo menos con dos o tres helicópteros completamente equipados. Nota: Estos recursos estaban a la mano en la zona de la tragedia de Hidalgo y Gutiérrez, pero…………

¡Rendimos honores a estos dos héroes del pueblo y a un tercero que dio la vida buscando al carabinero perdido!, y de todo corazón rogamos porque aparezca con vida el carabinero Gutiérrez.

Atte., Movimiento Autónomo de Filosofía – UC del Norte, IV Región, Chile.

1:00 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimado señor director:

La tele y la tragedia del Río Teno.

La prensa destaca que fueron tres horas, ¡tres valiosísimas y largas horas!, durante las cuales los carabineros Hidalgo y Gutiérrez estuvieron abandonados a su suerte y literalmente a la muerte y frente a la mirada inmóvil de casi todo un país. Si bien no podemos imputar responsabilidades “al voleo”, fue lamentable que la exigencia de una reacción urgente frente a una tragedia tan visible y tremenda, haya sido sustituida por una parálisis tan generalizada y tan estúpida. Disculpe nuestra franqueza, pero es que no fueron unos minutos ni media hora, sino ¡tres horas!, durante las cuales la inoperancia fue brutal, sobre todo por parte de quienes tenían el poder y los recursos para reaccionar. ¡Por favor! Lo sucedido en el Río Teno amerita una reflexión algo más extendida; no podemos quedarnos en un silencio cómodo e indiferente.
Por de pronto, el suceso aludido, nos lleva a confirmar una hipótesis: que los valores dominantes están transformando a una buena parte de la población en una especie de telespectadores lentos para la solidaridad y sin sensibilidad para reaccionar de manera humana y compasiva frente al dolor real de los otros. Sí, porque allí estaba nada más y nada menos que la muerte, llevándose ante nuestras propias narices a dos seres humanos hermanos nuestros, y nuestra reacción fue nula. En rigor, sí hubo reacción, pero ésta fue una reacción puramente “televisiva”, es decir, desde el sofá.
Por esto nos sentimos tentados a confirmar la tesis del periodista Amaro Gomez-Pablos, quien sostiene que los mass-media y especialmente la televisión, han venido haciendo un trabajo exquisitamente técnico y lamentablemente irreversible de idiotización de un país entero. Por favor, no estamos achacándole culpas a los camarógrafos que capturaron la escena del Río Teno; éstos cumplían con su deber; tampoco a los que desde sus casas miraban la televisión. Lo que estamos destacando es otro hecho: el hecho de la nula reacción de un país en momentos en que la muerte, con total desparpajo e impunidad, amenazaba a los cuatro vientos que le arrebataba la vida a dos compatriotas nuestros. El hecho es que si consideramos los inmovilismos y los amagues estériles de reacción frente a una tragedia anunciada durante tres largas horas, se podría fácilmente creer que hay algo que nos está atontando colectivamente y que gracias a ello en el caso de Gutiérrez e Hidalgo, primó más el valor de la escena como espectáculo televisivo que la defensa del valor sumo de la vida defendido por nuestras tradiciones y valores.
Siguiendo la tesis de Gómez-Pablos, si bien creemos que esa idiotización no es generalizable, sí se ha hecho presente entre nosotros.
De hecho, tal idiotización, resultante del anestesiamiento televisivo, está llegando a grados insospechados, toda vez que en este país pareciera que se está perdiendo la capacidad para distinguir lo real de lo ficticio. ¿No habrá pasado algo así en el suceso del Río Teno? Preguntémoslo de otro modo: Considerando que la fantasía, la realidad virtual, la telenovela, el estelar, el show, el “entretenimiento”, la farandulización a cualquier precio, es decir, el espectáculo, lo teatral, lo televisivo, son las claves a partir de las cuales comprendemos la realidad, ¿hasta qué punto pudieron haber incidido en la inmovilización de un país ante una tragedia que se cernía sobre dos hermanos nuestros ante nuestros propios ojos? ¿Cuántos no habrán contemplado la tragedia de estos carabineros como si se tratase del mejor episodio de un reality de televisión? Frente a ésta o a cualquier tragedia o dolor ajeno, Chile no puede actuar como un país echado en una butaca que ve la vida comiendo palomitas de maíz sin ver en realidad lo que pasa con los inocentes y las víctimas de carne y hueso que piden auxilio allá afuera.
En definitiva, creemos que la parálisis aludida arriba y nuestras formas torpes, tardías o nulas de reaccionar frente a las víctimas e inocentes de nuestro tiempo, son en gran parte resultantes de la tiranía de los mass-media y del anestesiamiento televisivo, propio de la sociedad del espectáculo y de su gran aliado: el mercado.
Se trata de unos nuevos dioses; dioses de barro pero en colores y que han llegado para quedarse; que están aquí, sentados en nuestra mesa y durmiendo en nuestras camas, controlándonos con su “control”, a los cuales les rendimos culto como retribución porque hacen “milagros a domicilio”, pues nos transforman la realidad en reality y así “alivian” nuestro egoísmo y narcisismo culposo frente a la tragedia del prójimo.
Gracias a esa idiotización sistemática, profitada sin misercordia y sin pausa, minuto a minuto, día tras día, año tras año, el simulacro mediático se apodera de nuestras mentes, de nuestros sentimientos y de nuestros ojos, para que no veamos lo que no tenemos que ver, o para invisibilizar lo que ya no queremos ver. Innegablemente en el Chile de hoy, la imagen –como dice el spot publicitario- es todo. El problema es que la ficción está devorándose a la reflexión, y que lo virtual está eclipsando a lo real, y que la expectación está inmovilizando a la acción y que los mensajeros de la mentira alienante no nos dejan ver ni valorar lo verdaderamente valioso: por ejemplo, el valor de la vida y la dignidad humana, especialmente la de los invisibilizados por la globalización individualista de Mamón.
Y estas son consecuencias de nuestro sacralizado modelo de mercado. Sí, porque el modelo de mercado es primeramente un modelo de vida que maneja una serie de fascinaciones que han exaltado el sensacionalismo al grado del paroxismo, ¡es que este es el negocio! Gracias al mercado, a la publicidad y a la tiranía de la imagen y lo audio-visual, hoy sólo valen las sensaciones y las emociones triviales a ritmo de clip y de zapping y en pantalla plana. Por esto es que las tragedias de los carabineros Hidalgo y Gutiérrez y la de cientos de damnificados por los recientes temporales o por el modelo neocapitalista de Mamón, se contemplan o se ven no desde la realidad sino desde la hermenéutica televisiva impuesta por la teología capitalista del “sálvate solo”, cuya lógica mediático-dominante transforma todo en espectacularidad instrascendente, al tiempo que sacraliza lo trivial, lo instantáneo, lo efímero, lo pasajero, lo frívolo, la velocidad, el sugerir, el provocar, el estímulo conductista, la catarata continua de imágenes, ojalá extremas, y todo con el objetivo de satisfacer la demanda de unos consumidores que sólo quieren ritmo, ritmo, ritmo, ritmo, pero al costo de la pura banalidad, la transitoriedad y el sinsentido.
Por esto creemos que en el desborde del río Teno que se llevaba a Gutiérrez e Hidalgo no estaba presente el hecho real de la muerte inminente de dos hermanos o compatriotas nuestros, sino el mero fluir de una corriente de puras imágenes “en colores” y de sensaciones “fuertes” que satisfacían las necesidades de unas multitudes hambrientas de emociones y de ritmo, ritmo, ritmo. Gracias a la tiranía de los mass-media y del mercado nos hemos vuelto insensibles. Hoy sólo importa lo que determinen la publicidad y los expertos del neuromarketing, lo que digan la tele, la ética de reality, la moral del reiting, la voz sagrada del consumo, de los auspiciadores y del mercado, no importa que miles se desangren en la berma del camino. La vida de los sin influencia no es nada al lado del valor del consumo, y como consumidores consumimos la realidad, creyendo que es un show, y la tragamos sin digerirla y la expulsamos al instante en un proceso interminable e indetenible, y sin movernos de nuestro sofá. ¡Lamentable!
Por último y desde otro ángulo, nos preguntábamos, cómo y con cuánta rapidez hubiesen reaccionado los sistemas de rescate y emergencia si la tragedia de los carabineros Gutiérrez e Hidalgo se hubiese desatado en algún lugar del Mapocho (de Plaza Italia para arriba). ¿Se dan cuenta cómo el centralismo deviene en clasismo y discriminación? Y también nos preguntábamos si “el país” se habría permitido dilapidar tres horas sin hacer nada si en vez de un Hidalgo y un Gutiérrez se hubiese tratado de otras víctimas, por ejemplo, de un Errázuriz y un Larraín. Muy probablemente, en dos tiempos se habría puesto a su disposición un operativo a toda máquina, con destacamentos de rescatistas expertos de algún comando del Ejército y por lo menos con dos o tres helicópteros completamente equipados. Nota: Estos recursos estaban a la mano en la zona de la tragedia de Hidalgo y Gutiérrez, pero…………

¡Rendimos honores a estos dos héroes del pueblo y a un tercero que dio la vida buscando al carabinero perdido!, y de todo corazón rogamos porque aparezca con vida el carabinero Gutiérrez.

Atte., Movimiento Autónomo de Filosofía – UC del Norte, IV Región, Chile.

1:09 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimados/as cumpitas del movimiento Queule:

Izurieta condena al Ejército a seguir cargando con el lastre de la "pinochética" El Ejército no es del fans club de Pinochet: es de Chile (Saaaaaaaaaaaaaaaaaaa!)

The cuchufletas of Izurietas

Oh, Izurieeeeta…
aprovechándose de un país farándula, su muy pillín quiso pasar piola
anunciando sin arrugar la frente que nos tiene preparada
una cuchufleeeeta.
Oh, Izurieeeeta…
aunque sus asesores lógísticos no se lo hayan advertido, sepa usted que pasó el tiempo en que el poder civil decía “¡afirmativo!” (con tiritones en las cañuelas
y en la jeeeeta).
Oh, Izurieeeeta…
rechazamos riggurosamente su anuncio de homenajear con la plata de todos al que dejó en este país la justicia y la dignidad humana
-recogiendo una “delicadeza” de Sergio Melnick- realmente
“pa’ la corneeeeta”.
Oh, Izurieeeeta…
¿que tal si se juega por un Ejército para todos/as y rompe por fin con el trasnochado capricho de usarlo como brazo de -para decirlo al estilo Lagos- una “tribu”
propietaria eterna de la Teeeeta?
Oh, Izurieeeeta…


Respetuosamente, Movimiento Autónomo de Filosofía – UC del Norte, Chile.

1:05 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Nos quedó esta cicatriz


Septiembre…
Nos quedó esta cicatriz: 11 – 09 – 1973… y este saldo: muchos aún desaparecidos, otros olvidados (?), muchos lutos inconclusos, cientos de excluidos, millones con sueldos de hambre y unos guardianes del modelo que tienen a Chile endeudado a ritmo de "llame ya", realitys, telenovelas y farándulas).

Por la memoria.
Entonces, poseídos por clasismos megadelirantes, redireccionan en septiembre del 73 sus arsenales de conspiración y odios. Es que no podían permitirse prolongar por más tiempo sólo el sabotaje; mil días confabulando resultaron extenuantes. Había llegado la hora de “hacer patria, señores”. Y no podían permitirse disparos a la bandada. Por esta razón es que la mira es teledirigida esta vez hacia un solo blanco: el Presidente. La razón: éste representaba la inminente y “terrorífica” amenaza de restituir la dignidad humillada de millones de desheredados y la consiguiente pérdida de la propiedad vitalicia de una Teta insoltable y privativa de una casta de privilegiados “sin apellidos mapuches”.

Fueron mil días, sí; mil días para un pueblo constructor de sueños; mil días de resistencia moral contra un boicot maquinado por la oligarquía interna y externa; mil días en que los olvidados de Chile, junto a su Presidente, y en ejercicio de un derecho radicalmente humano, se expresan como ciudadanía y opinión pública proclamando al mundo una plegaria insoportable para los polit(e)ólogos burgueses del Opus y la civitas dei: “Hágase por fin tu voluntad aquí en la tierra..! ¡Tráenos tu reino de justicia e igualdad!” Tal “herejía”, no podía bajo ningún punto de vista permitirse en esta tierra “orgullosa” de su condición “humanista” y -sobre todo- “cristiana”. Tal “herejía”, anunciaba desde las derechas una reacción rabiosa y copiona de la Inquisición.

Por ello, Augusto -el “ungido”- y sus legiones cayeron no se sabe desde qué cielo como ángeles de la injusticia para arrojar sus clasismos envenenados contra nuestro Presidente y nuestra bandera y para clavar sin misericordia sus sables traidores en la garganta de nuestros derechos fundamentales y de las instituciones de la república, dejando a su paso una estela de lutos, lágrimas, ausencias y soledades que castigan a muchos/as hermanos/as hasta el día de hoy. Y todo ello refrendado por una impunidad “creyente” hecha con huincha de sastre a la medida… o “en la medida de lo posible” a un puñado de intocables, por cierto “superiores” a unos ciudadanos sin influencias de tercera y cuarta categoría que pagan con cinco años por robar pan para comer.

Aunque como sacudiéndonos de un largo atontamiento y aunque nos incomode, hemos constatado que… si bien no se materializó el propósito de esos “santos-padres refundadores de la patria” de quedarse para siempre presencialmente, de manera física, al parecer lo han conseguido de un modo distinto: como una legión de guardianes invisibles del modelito darwiniano (re)fundado por ellos a la medida de un sanedrín de asegurados que nos predican “prudencia”… Y al parecer lo han conseguido, pues el régimen de vida y su modelo socio-económico continúa, como nunca antes, al servicio de unos chupeteadores históricos de una Teta obesa y Eterna, de la que por estos días, no sabemos por qué razón, se escuchan flatitos musicales que cantan algo así como un “valiente” (…) “no nos acordamos".

Nosotros sí nos acordamos: nos quedó esta cicatriz: 11 -09 -1973

Profesores y Estudiantes de Filosofía, movimiento autónomo de filosofía -UC del Norte

9:56 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

La voz de los perdedores de la historia.

Respecto a al reconocimiento que se le ha tributado al profesor Gabriel Salazar - Premio Nacional de Historia-, felicitamos a quienes tomaron dicha decisión; se lo merece con creces. En todo caso, tal reconocimiento es una señal más, un signo más, inequívoco, de que estamos entrando a un tiempo nuevo; de que estamos apostando por un nuevo camino; por responder al llamado de abandonar las trasnochadas tendencias a excluir a los “perdedores” de la historia, es decir a los que no están alineados a la ortodoxia purista y unilateralista de los vencedores. Es una señal más a favor de no excluir ya más a las voces “alternativas”. A partir de ello, es un hecho de la causa ya que la clave para vivir en democracia, desde hoy, con más fuerza que nunca, al menos en Chile, será incluir a todas a las voces (exceptuando, por cierto, a aquellas que atenten contra la dignidad de la persona humana, por ejemplo, nazistas, talibanismo).
Volviendo al maestro Salazar, en todo caso, tras ese reconocimiento se nos hace un llamado frontal a nuestra conciencia: no olvidar jamás que los “vencedores” dejaron unas consecuencias que se hacen sentir hasta el día de hoy, siendo la más importante, a nuestro juicio, el modelo de vida que nos rige, el cual no es perfecto. Aunque aquí queremos enfatizar lo siguiente. No olvidar equivale a hacer memoria. Pero ojo: memoria desde la resistencia a la tentación cómoda y poco cristiana -diría J. B. Metz- del deslizamiento anímico al olvido. En nombre de esta memoria reiteramos: ¡para que nunca más en Chile!
A propósito, en nuestra patria aún hay personas, compatriotas, hermanas, hermanos nuestros, que nos preguntan: ¿Dónde están?, y otras voces que claman por justicia. Pues requieren respuestas. Y las respuestas pasan, necesariamente, por la memoria. Porque caer en la amnesia sería pisotear la memoria de las víctimas inocentes de la historia de los vencedores.
Si usted nos permite, señor director, nosotros quisiéramos hacer memoria y justicia, aunque ésta sea sólo en parte. No podemos pasar por alto que este viernes 8 de septiembre se cumplen 20 años del cobarde asesinato del editor y periodista de Análisis, señor José Carrasco Tapia. A 20 años, en todo caso, queda clarísimo que el terror no pudo eliminar ni silenciar la voz de este hermano nuestro. José encarna a esas cientos de voces que han sido negadas por los vencedores de la historia, pero que desde la justicia y la moral resucitan cada instante en todas las voces excluidas para establecerse en el vértice de la historia como un tribunal contra los poderosos y los canallas y como la aspiración más radicalmente humana de construir sueños de justicia imposibles aquí en la tierra… Por cierto, imposibles en el sentido a que refiere Silvio Rodríguez: “porque de lo posible se sabe demasiado”.

Fraternalmente, movimiento autónomo de filosofía –UC del Norte

4:06 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Hueena compañeros, huena. Los felicito. excelente reflexión.
Se despide: Papá pobre, con un hijo pobre.

4:10 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimado Señor Director:

Carta-declaración a favor de un septiembre y un Chile sin violencia

Luther King nos advertía: “O somos no violentos o dejaremos de ser”. Jacques Maritain, que tuvo decisivo influjo en los partidos políticos chilenos de inspiración humanista y cristiana, definió los medios de lucha política como “el fin en sí en el proceso de surgir a la vida”
Citamos a estos notables por tres razones. Primero, porque siempre cobran vigencia en nuestra realidad, dada nuestra condición de sociedad humanista y cristiana. Segundo, porque están en sintonía con el propósito de la presente carta: con el de poner sus sabidurías al servicio de un 11 de septiembre para el recogimiento, la autocrítica, para el “nunca más”, para promover caminos de diálogo y encuentro, tan necesario en este mundo y, tercero, porque sospechamos que hay algunos desubicados que hace ya rato que lo están instrumentalizando como un puro subterfugio para darle chipe libre a la violencia.
Creemos firmemente que no puede ser que esta fecha -ni cualquier otra- se esté utilizando como pretexto para la brutalidad. En otras palabras: declaramos que mancillar esta fecha es mancillar a los que en la historia han luchado por la democracia, es asimismo pisotear el legado de un presidente que sostuvo hasta el final su vocación por la democracia y la no violencia.
Ningún fin que se persiga puede, bajo ningún término ni pretexto, justificar la utilización de la violencia, y menos en nombre del 11 de septiembre. Si hay una lección que nos dejó esa fecha es la siguiente: La violencia lleva a la brutalidad, a deshumanizarnos, incluso al crimen. Quienes recurran a actos de violencia este 11 de septiembre, no han aprendido absolutamente nada de las cicatrices que nos dejó el golpe del año 1973, y pisotean no sólo la memoria de todas las víctimas que dejó la dictadura sino la de todas las víctimas de todos los terrorismos perpetrados en la historia. Hay que insistir hasta el cansancio: ¡Nunca más en Chile el fin debe justificar los medios!
En nosotros ese nunca más se traduce en la defensa de la no violencia activa como vía para resolver las diferencias y para construir democracia. Reafirmamos así nuestra adhesión a la metodología de Martin Luther King y de Gandhi. A propósito, éste ya lo había advertido: “Vuestra mayor equivocación es la de creer que no hay ninguna relación entre el fin y los medios. Esa equivocación ha hecho cometer crímenes innumerables… (…) “Entre el fin y los medios hay una relación tan ineludible como entre el árbol y la semilla. (…) Se recoge exactamente lo que se siembra”.
Insistiremos siempre, por tanto, que: quienes promueven acciones violentas no sólo no son democráticos sino que operan bajo una lógica peor: la de la brutalidad anti-democrática y anti-humanista, dado que imponen “sus” ideas recurriendo a la ley del más fuerte. Al actuar así hacen lo mismo que hicieron algunos tristemente célebres personajes de la historia, como Stalin, Hitler, Pinochet, incluso Bin Laden, etc., los cuales hicieron saber “su” opinión mediante el uso del miedo, el terror y la violencia.
La verdad, nos preocupa este 11 de septiembre. Es verdad que hay muchos temas que han venido quedando pendientes en Chile, desde el punto de vista social, y es justo y democrático aspirar a más. Pero ello, bajo ningún pretexto, puede justificar la violencia. El único camino para un demócrata es el camino democrático; quien acepta el juego de la democracia acepta el imperio del Derecho. Y aquí todos/as estamos en esto, pero no faltan los desubicados.
A nuestro juicio, en algunas ciudades, hay un cierto conjunto de minorías que han estado, como agazapados, como organizándose y esperando con ansias este 11 de septiembre, y no precisamente para comer empanadas y bailarse una cuequita en una fonda. Se trataría de gente que espera este día únicamente como una oportunidad o pretexto para salir a la calle a infundir miedo y terror, y para salir a darle rienda suelta a sus más bajos instintos. Obviamente lo hacen recurriendo a la vieja metodología de la prepotencia del más fuerte que se sabe amparado por la impunidad. Para nosotros se trataría del viejo truco de unos cobardes que ni siquiera poseen ideas políticas y que se ampararán como siempre en las patotas. Dispararán pues -como es su estilo- sus piedras desde el anonimato del hombre-masa. Y Chile será una micro… que una patota rompe y raya por dentro.
¿De qué tipo de grupos se trata? Se trata de grupos definitivamente al margen del derecho, pero que sólo se expresan en ciertas ocasiones y en la patota. Quizá se trate de un fenómeno algo nuevo, entre nosotros, quizá propio de estos tiempos. Pero innegablemente son grupos que se caracterizan por ser violentos, y porque saben infiltrarse en todo acto cívicos que se convoque. Se infiltran en estos actos y operan como bandas idénticas al lumpen, desprestigiando de paso a esa gente que se congrega por razones auténticamente justas, pero que en la tele es presentada como parte de una banda de saqueadores.
Insistimos, son jóvenes sin convicciones políticas. En ellos no hay nada que pueda ser visualizado como recurso a medios de lucha política. Son hijos de este tiempo, donde se ha impuesto como moda el exceso por el exceso. Y los excesos, especialmente el vivir experiencias violentas más allá de todo límite, son el signo de estos chicos boicoteadores de los actos cívicos y, por tanto, de la democracia. Flaco favor le hacen a la ésta, y a ellos no les interesa para nada, aunque para algunos sea sólo un juego.
No se trata de hacer generalizaciones, pero ¿no llaman acaso la atención los “excesos” de algunas barras bravas y el hecho de que actúen con todo desparpajo? Y esto ¿no es un fenómeno relativamente nuevo? ¿Cuándo -en los clásicos de los años cincuenta, o en las manifestaciones políticas de los 60’- se vieron hordas de delincuentes que se aprovecharan de la ocasión para salir a las calles a saquear tiendas? Por cierto que puede explicarse como acciones de grupos que se hartaron de ser marginados por un sistema que consagra la injusticia y la exclusión. Al respecto, bueno sería echar un vistazo a lo que nos dice Hélder Cámara, en referencia al indisoluble nexo que se da entre violencia e injusticia. Miremos sólo unas notas suyas. Creemos que es pertinente, considerando lo que tratamos.
¿Qué nos dice Hélder Cámara sobre la violencia?
“Acercaos más al mundo de las injusticias… (…) Veréis que en todas partes las injusticias son una violencia. Y se puede decir, debemos decir, que la injusticia es la primera de todas las violencias” (…) “la violencia número uno, la violencia madre de todas las violencias, nace de las injusticias. Se llama injusticia”.
La violencia número dos: “la de los oprimidos, o de la juventud decidida a luchar por un mundo más justo y más humano”. Es “la contestación contra las injusticias…”
La violencia número tres: es la que recurre al uso de la violencia y la fuerza para frenar la violencia número dos. La violencia número tres puede llegar incluso a “torturas morales y físicas” . Chile sabe ya de esto.
Como se ve, para Monseñor Cámara, las formas de violencia son tres y “se desarrollan en forma de espiral y se retroalimentan mutuamente en un proceso sin fin previsible”

Al parecer, en esos sectores mínimos, pero que gustan de los “excesos” y que ya saben que gozan de la posibilidad de causar gran conmoción pública por vía de los medios, algo está pasando, pues en estas minorías se ha arraigado, definitivamente, como método la tercera violencia, es decir, la violencia fascista , como también la llamó Hélder Cámara. Dicho de otro modo, esta violencia, si bien para éste era entendida como privativa de la reacción de los guardianes de un régimen injusto contra las fuerzas del cambio social, releyendo a Cámara a la luz de nuestros tiempos, nosotros la vemos presente en forma demasiado evidente ya no en la reacción de los organismos de represión del Estado sino en estas minorías antisistémicas, carentes, por lo visto, de las más mínimas instrucciones en urbanidad y educación cívica. Pues estas son las minorías que han esperado, pacientemente, durante meses, una nueva oportunidad para hacer sus numeritos: ¿y qué mejor día que el día 11 de septiembre? ¿Harán nuevamente una apología a la violencia fascista arrasando con todo a su paso? Ojala que no. Algo sí está claro: se trata ya no de una violencia fascista estatal y que opera en las sombras; se trata de una violencia fascista a plena luz del día concebida como espectáculo.
Pero ¿por qué llamarla violencia fascista? ¿Y cómo se identifica a esta violencia?
Siguiendo la argumentación del filósofo chileno, Jorge Millas, esta forma de violencia se trataría de aquellos métodos de lucha en que sólo tienen valor y son dignas de respeto las opiniones y valores que estén dentro del círculo de un grupo cerrado o la visión de un líder propietario absoluto de “la” verdad, “su” verdad, minusvalorándose o despreciándose por completo todo otro valor u opinión. Es el dogma del interés y capricho privado llevado a su máxima expresión. Para quienes practican esta forma fascista de violencia (recuérdese a Stalin, Hitler, Pinochet, Bin Laden, etc.), los “otros”, el “otro”, “no cuenta sino como obstáculo que se remueve, como cosa” , como medio para alcanzar un fin, diría Maquiavelo en una interpretación antojadiza, por cierto. Hay similitudes obvias con la forma de ser de las sectas.
La relación de estas posturas con la violencia y la brutalidad es obvia: la imposición de una verdad no reconoce ningún límite. Pero hay un sello en la violencia fascista: su verdad, su dogma, su ley es una sola: es la violencia, o sea, la violencia por la violencia. Y todo está permitido con tal de imponerla.
Son grupos desafiantes que gustan incluso de la crueldad ejercida contra los otros: “el sufrimiento de ciertos hombres ya no cuenta para otros hombres”. No se hacen ninguna objeción a nivel de la conciencia, por ejemplo, cuando están destruyéndole por completo el carrito de sopaipillas de una pobre abuelita que depende de ello para sobrevivir. Este tipo de personas son verdaderamente peligrosas: son las que en la historia han exaltado la ley darwiniana de la prepotencia del más fuerte y que han convertido los valores y a las personas en medios, cosas, piezas, números, estorbo, “cachos”, atajos, estropajos, basura, objeto para satisfacer bajos instintos, o cáncer que hay que extirpar (etc.). Lo pueden hacer contra el conyuge, contra un vecino que no cae bien, o incluso contra una etnia entera. Bajo el pretexto de las clase son capaces de masacrar a una persona rubia con ojos azules y con apellido europeo por el solo hecho de verlo diferente. Hoy se refugian en el rebrote insólito de frentes supuestamente patrióticos, en neonazis, en los vengadores de tal o cual barra brava, etc. Guardando las proporciones, hasta podrían ser visualizados como una suerte de reencarnaciones vivientes de Torquemada, Robespierre, Stalin, Hitler, etc., a escala rasca, picante, minúscula y criolla. Se ha visto incluso a algunos que no superan los 13, los 14 años, sí, y que actúan por pura imitación del líder más bakán del grupo: el que porta el sable más afilado.
Pero insistimos, son peligrosos, y no porque tengan ideas fijas, sino porque no razonan. Obviamente no tienen absolutamente nada que ver con el estilo de los jóvenes demócratas que lucharon por ejemplo en los 60’, o recientemente en la “marcha de los pingüinos”, o que luchan incluso hoy desde las ideas y la palabra y sin piedras ni Molotov en las manos.
Declaramos a continuación lo siguiente. Nuestro movimiento postula un solo camino para la lucha social y política, para humanizar y superar al “individuo-masa” y para construir al “ciudadano consciente” , del que habla el Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar: ese camino es la educación; y más todavía: es la educación y la autoeducación de las personas en la pedagogía de los derechos humanos, la democracia auténtica y la no-violencia activa. El problema de esas minorías es uno solo: les faltó educación, pero entendida como la entiende Salazar, como la que nos hace superar al hombre o individuo-masa. Hay por tanto a favor de ellos un innegable atenuante, lo que no nos impide en rechazar igualmente la violencia.
Rechazamos, por tanto, de la manera más enérgica y categórica, el recurso a la violencia, sea cual sea la forma que esta adopte (por ejemplo físico, ideológico, de clase). Nuestra metodología, desde el nacimiento de nuestra organización, es la de la no-violencia activa, entendida ésta como un conjunto de iniciativas estrictamente reflexivas, verbales, críticas pero constructivas, que arrancan desde la praxis del día a día y que se orientan a posicionarse como una modesta contribución en los procesos de democratización y humanización de nosotros mismos y del país.
Nuestra apuesta es, en definitiva, una apuesta que apunta a constituirse en una forma de presión eminentemente cívica, ciudadana, y que se juega por perfilarse, tanto aquí en nuestra IV Región como inclusive más allá de ella, como un forma de “presión moral liberadora” . Y ¿liberadora de qué?, se nos dirá. Pues sencilla y fundamentalmente: liberadora de todas las injusticias que padezcan en nuestra tierra los seres humanos, especialmente los que el padre Costadoat llama “los perdedores de la historia”, los rescatados por el Premio Nacional de Historia; injusticias que, en todo caso, no son más que formas puras de violencias y brutalidad deshumanizante.
Por lo tanto, dejamos constancia pública que nuestra únicas “armas” son morales y espirituales: la palabra y la opinión y el correlato de éstas con nuestros actos hasta las últimas consecuencias; es decir que nuestras “armas” encuentran su espacio de expresión concreta en lo que nosotros llamamos la filosofía resistencial humanizadora y cuyo telos o meta es la erradicación precisamente de la violencia, las injusticias y toda forma de atropello a la dignidad humana.
Por esto es que junto a Hélder Cámara seguimos sosteniendo que este tiempo -¡y todo tiempo!- es un tiempo para “romper el círculo de la violencia”. Nuestro camino es, por tanto, un camino asumido radicalmente como una opción fundamental por romper tanto con las formas de ´violencia institucionalizada` (Medellín), como con las distintas formas de ´injusticias institucionalizadas` (Puebla). Tal toma de posición anti-violencia involucra la cultura toda y, por lo mismo, apunta a erradicar las violencias e injusticias que se dan en nuestra convivencia social a nivel del ámbito público y privado, por ejemplo contra los niños, los ancianos, los pueblos originarios, los pobres, etc.
Nuestra apuesta fue, es y seguirá siendo, entonces, una apuesta cristiano-humanizadora que arranca desde el principio siguiente: que se sigan abriendo las grandes alamedas para todos y todas, pero que al mismo tiempo se sigan abriendo caminos de diálogo y de entendimiento pleno también entre todos/as, sin exclusiones e integrando de verdad nuestra diversidad y diferencias. Esto, por cierto, sólo es posible entre quienes nos dejemos educar en los valores de la democracia y el respeto estricto al Estado de Derecho. No respetar estos principios es traicionar aquello que nos constituye como seres situados en el mundo, aquí y ahora: somos parte de una sociedad que se reconoce como moderna, humanista, laica y cristiana. Y en nuestro caso, jamás hemos renunciado a la utopía de hacer posible la construcción de una humanidad nueva aquí en la tierra.
Por fin, nuestra máxima para la acción se resume (parafraseando a José Martí) en la frase siguiente: “Trincheras de ideas valen más mucho más que trincheras de piedras”. Y nuestro método, como ya dijimos, tiene su punto de arranque en la filosofía y en las ideas de la no-violencia activa, inspirada en Gandhi, en Martin Luther King y en la vocación profética de nuestro hermano Hélder Cámara.
En consecuencia, con ocasión de este 11 de septiembre, hacemos el más ferviente de los llamados a todas las personas de buena voluntad que habitan este país y especialmente a la juventud, a que se comprometan y nos comprometamos con más convicción que nunca por erradicar la violencia de nuestra patria, pues ¡la violencia nos deshumaniza, nos embrutece, nos hace consagrar y perpetuar las injusticias y sólo engendra más violencias!
Y volviendo nuevamente al 11: por favor no olvidemos jamás que si hay una lección que el 11 de septiembre nos dejó es que la violencia lleva al fanatismo irracional y a la crueldad de los verdugos, a la tortura por parte del más fuerte, al crimen sistemático y a delirios tales como el creer que haciendo desaparecer a un hermano, se harían desaparecer las ideas de los que pensaban distinto.
Como patética y trágica prueba de esto último, el mundo cuenta en su memoria con un 11 tan trágico como el 11 chileno: el de las Torres Gemelas de Nueva York. ¿Se podría hacer una apología a la violencia en nombre de las víctimas de ese atentado? Bajo ningún punto de vista. Sería como querer combatir el terror con el terror. El problema es que en nuestro país los violentistas invocan como razón para el terror o para sus pataletas, nada más que su intolerancia infantil a la frustración y sus caprichos de chiquillos malcriados. Porque como hemos consignado, en general no tienen ideas políticas, no razonan. Pues si razonaran no lucharían como una horda de saqueadores.
¡Para que nunca más en Chile: No a la violencia, provenga de donde provenga!
Atte. le saluda, movimiento autónomo de filosofía –UC del Norte.

2:33 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimado Señor Director:
Carta-declaración a favor de un septiembre y un Chile sin violencia

Luther King nos advertía: “O somos no violentos o dejaremos de ser”. Jacques Maritain, que tuvo decisivo influjo en los partidos políticos chilenos de inspiración humanista y cristiana, definió los medios de lucha política como “el fin en sí en el proceso de surgir a la vida”[1]
Citamos a estos notables por tres razones. Primero, porque siempre cobran vigencia en nuestra realidad, dada nuestra condición de sociedad humanista y cristiana. Segundo, porque están en sintonía con el propósito de la presente carta: con el de poner sus sabidurías al servicio de un 11 de septiembre para el recogimiento, la autocrítica, para el “nunca más”, para promover caminos de diálogo y encuentro, tan necesario en este mundo y, tercero, porque sospechamos que hay algunos desubicados que hace ya rato que lo están instrumentalizando como un puro subterfugio para darle chipe libre a la violencia.
Creemos firmemente que no puede ser que esta fecha -ni cualquier otra- se esté utilizando como pretexto para la brutalidad. En otras palabras: declaramos que mancillar esta fecha es mancillar a los que en la historia han luchado por la democracia, es asimismo pisotear el legado de un presidente que sostuvo hasta el final su vocación por la democracia y la no violencia.
Ningún fin que se persiga puede, bajo ningún término ni pretexto, justificar la utilización de la violencia, y menos en nombre del 11 de septiembre. Si hay una lección que nos dejó esa fecha es la siguiente: La violencia lleva a la brutalidad, a deshumanizarnos, incluso al crimen. Quienes recurran a actos de violencia este 11 de septiembre, no han aprendido absolutamente nada de las cicatrices que nos dejó el golpe del año 1973, y pisotean no sólo la memoria de todas las víctimas que dejó la dictadura sino la de todas las víctimas de todos los terrorismos perpetrados en la historia. Hay que insistir hasta el cansancio: ¡Nunca más en Chile el fin debe justificar los medios!
En nosotros ese nunca más se traduce en la defensa de la no violencia activa como vía para resolver las diferencias y para construir democracia. Reafirmamos así nuestra adhesión a la metodología de Martin Luther King y de Gandhi. A propósito, éste ya lo había advertido: “Vuestra mayor equivocación es la de creer que no hay ninguna relación entre el fin y los medios. Esa equivocación ha hecho cometer crímenes innumerables… (…) “Entre el fin y los medios hay una relación tan ineludible como entre el árbol y la semilla. (…) Se recoge exactamente lo que se siembra”.[2]
Insistiremos siempre, por tanto, que: quienes promueven acciones violentas no sólo no son democráticos sino que operan bajo una lógica peor: la de la brutalidad anti-democrática y anti-humanista, dado que imponen “sus” ideas recurriendo a la ley del más fuerte. Al actuar así hacen lo mismo que hicieron algunos tristemente célebres personajes de la historia, como Stalin, Hitler, Pinochet, incluso Bin Laden, etc., los cuales hicieron saber “su” opinión mediante el uso del miedo, el terror y la violencia.
La verdad, nos preocupa este 11 de septiembre. Es verdad que hay muchos temas que han venido quedando pendientes en Chile, desde el punto de vista social, y es justo y democrático aspirar a más. Pero ello, bajo ningún pretexto, puede justificar la violencia. El único camino para un demócrata es el camino democrático; quien acepta el juego de la democracia acepta el imperio del Derecho. Y aquí todos/as estamos en esto, pero no faltan los desubicados.
A nuestro juicio, en algunas ciudades, hay un cierto conjunto de minorías que han estado, como agazapados, como organizándose y esperando con ansias este 11 de septiembre, y no precisamente para comer empanadas y bailarse una cuequita en una fonda. Se trataría de gente que espera este día únicamente como una oportunidad o pretexto para salir a la calle a infundir miedo y terror, y para salir a darle rienda suelta a sus más bajos instintos. Obviamente lo hacen recurriendo a la vieja metodología de la prepotencia del más fuerte que se sabe amparado por la impunidad. Para nosotros se trataría del viejo truco de unos cobardes que ni siquiera poseen ideas políticas y que se ampararán como siempre en las patotas. Dispararán pues -como es su estilo- sus piedras desde el anonimato del hombre-masa. Y Chile será una micro… que una patota rompe y raya por dentro.
¿De qué tipo de grupos se trata? Se trata de grupos definitivamente al margen del derecho, pero que sólo se expresan en ciertas ocasiones y en la patota. Quizá se trate de un fenómeno algo nuevo, entre nosotros, quizá propio de estos tiempos. Pero innegablemente son grupos que se caracterizan por ser violentos, y porque saben infiltrarse en todo acto cívico que se convoque. Se infiltran en estos actos y operan como bandas idénticas al lumpen, desprestigiando de paso a esa gente que se congrega por razones auténticamente justas, pero que en la tele es presentada como parte de una banda de saqueadores.
Insistimos, son jóvenes sin convicciones políticas. En ellos no hay nada que pueda ser visualizado como recurso a medios de lucha política. Son hijos de este tiempo, donde se ha impuesto como moda el exceso por el exceso. Y los excesos, especialmente el vivir experiencias violentas más allá de todo límite, son el signo de estos chicos boicoteadores de los actos cívicos y, por tanto, de la democracia. Flaco favor le hacen a ésta, y a ellos no les interesa para nada. Claro que para algunos se trataría sólo un juego. ¿Qué inocentes, no?
No se trata de hacer generalizaciones, pero ¿no llaman acaso la atención los “excesos” de algunas barras bravas y el hecho de que actúen con todo desparpajo? Y esto ¿no es un fenómeno relativamente nuevo? ¿Cuándo -en los clásicos de los años cincuenta, o en las manifestaciones políticas de los 60’- se vieron hordas de delincuentes que se aprovecharan de la ocasión para salir a las calles a saquear tiendas? Por cierto que puede explicarse como acciones de grupos que se hartaron de ser marginados por un sistema que consagra la injusticia y la exclusión, pero nada justifica sus acciones. Al respecto, bueno sería echar un vistazo a lo que nos dice Hélder Cámara, en referencia al indisoluble nexo que se da entre violencia e injusticia. Miremos sólo unas notas suyas. Creemos que es pertinente, considerando lo que tratamos.
¿Qué nos dice Hélder Cámara sobre la violencia?
“Acercaos más al mundo de las injusticias… (…) Veréis que en todas partes las injusticias son una violencia. Y se puede decir, debemos decir, que la injusticia es la primera de todas las violencias” (…) “la violencia número uno, la violencia madre de todas las violencias, nace de las injusticias. Se llama injusticia”.[3]
La violencia número dos: “la de los oprimidos, o de la juventud decidida a luchar por un mundo más justo y más humano”. Es “la contestación contra las injusticias…”[4]
La violencia número tres: es la que recurre al uso de la violencia y la fuerza para frenar la violencia número dos. La violencia número tres puede llegar incluso a “torturas morales y físicas”[5]. Chile sabe ya de esto.
Como se ve, para Monseñor Cámara, las formas de violencia son tres y “se desarrollan en forma de espiral y se retroalimentan mutuamente en un proceso sin fin previsible”[6]
Al parecer, en esos sectores mínimos, pero que gustan de los “excesos” y que ya saben que gozan de la posibilidad de causar gran conmoción pública por vía de los medios, algo está pasando, pues en estas minorías se ha arraigado, definitivamente, como método la tercera violencia, es decir, la violencia fascista[7], como también la llamó Hélder Cámara. Dicho de otro modo, esta violencia, si bien para éste era entendida como privativa de la reacción de los guardianes de un régimen injusto contra las fuerzas del cambio social, releyendo a Cámara a la luz de nuestros tiempos, nosotros la vemos presente en forma demasiado evidente ya no en la reacción de los organismos de represión del Estado sino en estas minorías antisistémicas, carentes, por lo visto, de las más mínimas instrucciones en urbanidad y educación cívica. Pues estas son las minorías que han esperado, pacientemente, durante meses, una nueva oportunidad para hacer sus numeritos: ¿y qué mejor día que el día 11 de septiembre? ¿Harán nuevamente una apología a la violencia fascista arrasando con todo a su paso? Ojala que no. Algo sí está claro: se trata ya no de una violencia fascista estatal y que opera en las sombras; se trata de una violencia fascista a plena luz del día concebida como espectáculo.
Pero ¿por qué llamarla violencia fascista? ¿Y cómo se identifica a esta violencia?
Siguiendo la argumentación del filósofo chileno, Jorge Millas, esta forma de violencia se trataría de aquellos métodos de lucha en que sólo tienen valor y son dignas de respeto las opiniones y valores que estén dentro del círculo de un grupo cerrado o la visión de un líder propietario absoluto de “la” verdad, “su” verdad, minusvalorándose o despreciándose por completo todo otro valor u opinión. Es el dogma del interés y capricho privado llevado a su máxima expresión. Para quienes practican esta forma fascista de violencia (recuérdese a Stalin, Hitler, Pinochet, Bin Laden, etc.), los “otros”, el “otro”, “no cuenta sino como obstáculo que se remueve, como cosa” [8], como medio para alcanzar un fin, diría Maquiavelo en una interpretación antojadiza, por cierto. Hay similitudes obvias con la forma de ser de las sectas.
La relación de estas posturas con la violencia y la brutalidad es obvia: la imposición de una verdad no reconoce ningún límite. Pero hay un sello en la violencia fascista: su verdad, su dogma, su ley es una sola: es la violencia, o sea, la violencia por la violencia. Y todo está permitido con tal de imponerla.
Son grupos desafiantes que gustan incluso de la crueldad ejercida contra los otros: “el sufrimiento de ciertos hombres ya no cuenta para otros hombres”.[9] No se hacen ninguna objeción a nivel de la conciencia, por ejemplo, cuando están destruyéndole por completo el carrito de sopaipillas a una pobre abuelita que depende de ello para sobrevivir. Este tipo de personas son verdaderamente peligrosas: son las que en la historia han exaltado la ley darwiniana de la prepotencia del más fuerte y que han convertido los valores y a las personas en medios, cosas, piezas, números, estorbo, “cachos”, atajos, estropajos, basura, objeto para satisfacer bajos instintos, o cáncer que hay que extirpar (etc.). Lo pueden hacer contra el conyuge, contra un vecino que no cae bien, o incluso contra una etnia entera. Bajo el pretexto de las clases son capaces de masacrar a una persona rubia con ojos azules y con apellido europeo por el solo hecho de verlo diferente. Hoy se refugian en el rebrote insólito de frentes supuestamente patrióticos, en neonazis, en los vengadores de tal o cual barra brava, etc. Guardando las proporciones, hasta podrían ser visualizados como una suerte de reencarnaciones vivientes de Torquemada, Robespierre, Stalin, Hitler, etc., a escala rasca, picante, minúscula y criolla. Se ha visto incluso a algunos que no superan los 13, los 14 años, sí, y que actúan por pura imitación del líder más bakán del grupo: el que porta el sable más afilado.
Pero insistimos, son peligrosos, y no porque tengan ideas fijas, sino porque no razonan. Obviamente no tienen absolutamente nada que ver con el estilo de los jóvenes demócratas que lucharon por ejemplo en los 60’, o recientemente en la “marcha de los pingüinos”, o que luchan incluso hoy desde las ideas y la palabra y sin piedras ni Molotov en las manos.
Declaramos a continuación lo siguiente. Nuestro movimiento postula un solo camino para la lucha social y política, para humanizar y superar al “individuo-masa” y para construir al “ciudadano consciente”[10], del que habla el Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar: ese camino es la educación; y más todavía: es la educación y la autoeducación de las personas en la pedagogía de los derechos humanos, la democracia auténtica y la no-violencia activa. El problema de esas minorías es uno solo: les faltó educación, pero entendida como la entiende Salazar, como la que nos hace superar al hombre o individuo-masa. Hay por tanto a favor de ellos un innegable atenuante, lo que no nos impide el rechazar igualmente la violencia.
Rechazamos, por tanto, de la manera más enérgica y categórica, el recurso a la violencia, sea cual sea la forma que esta adopte (por ejemplo física, ideológica, de clase). Nuestra metodología, desde el nacimiento de nuestra organización, es la de la no-violencia activa, entendida ésta como un conjunto de iniciativas estrictamente reflexivas, verbales, críticas pero constructivas, que arrancan desde la praxis del día a día y que se orientan a posicionarse como una modesta contribución en los procesos de democratización y humanización de nosotros mismos y del país.
Nuestra apuesta es, en definitiva, una apuesta que apunta a constituirse en una forma de presión eminentemente cívica, ciudadana, y que se juega por perfilarse, tanto aquí en nuestra IV Región como inclusive más allá de ella, como un forma de “presión moral liberadora”[11]. Y ¿liberadora de qué?, se nos dirá. Pues sencilla y fundamentalmente: liberadora de todas las injusticias que padezcan en nuestra tierra los seres humanos, especialmente los que el padre Costadoat llama “los perdedores de la historia”, los rescatados por el Premio Nacional de Historia; injusticias que, en todo caso, no son más que formas puras de violencias y brutalidad deshumanizante.
Por lo tanto, dejamos constancia pública que nuestra únicas “armas” son morales y espirituales: la palabra y la opinión y el correlato de éstas con nuestros actos hasta las últimas consecuencias; es decir que nuestras “armas” encuentran su espacio de expresión concreta en lo que nosotros llamamos la filosofía resistencial humanizadora y cuyo telos o meta es la erradicación precisamente de la violencia, las injusticias y toda forma de atropello a la dignidad humana.
Por esto es que junto a Hélder Cámara seguimos sosteniendo que este tiempo -¡y todo tiempo!- es un tiempo para “romper el círculo de la violencia”. Nuestro camino es, por tanto, un camino asumido radicalmente como una opción fundamental por romper tanto con las formas de ´violencia institucionalizada`[12] (Medellín), como con las distintas formas de ´injusticias institucionalizadas` (Puebla).[13] Tal toma de posición anti-violencia involucra la cultura toda y, por lo mismo, apunta a erradicar las violencias e injusticias que se dan en nuestra convivencia social a nivel del ámbito público y privado, por ejemplo contra los niños, los ancianos, los pueblos originarios, los pobres, etc.
Nuestra apuesta fue, es y seguirá siendo, entonces, una apuesta cristiano-humanizadora que arranca desde el principio siguiente: que se sigan abriendo las grandes alamedas para todos y todas, pero que al mismo tiempo se sigan abriendo caminos de diálogo y de entendimiento pleno también entre todos/as, sin exclusiones e integrando de verdad nuestra diversidad y diferencias. Esto, por cierto, sólo es posible entre quienes nos dejemos educar en los valores de la democracia y el respeto estricto al Estado de Derecho. No respetar estos principios es traicionar aquello que nos constituye como seres situados en el mundo, aquí y ahora: somos parte de una sociedad que se reconoce como moderna, humanista, laica y cristiana. Y en nuestro caso, jamás hemos renunciado a la utopía de hacer posible la construcción de una humanidad nueva[14] aquí en la tierra.
Por fin, nuestra máxima para la acción se resume (parafraseando a José Martí) en la frase siguiente: “Trincheras de ideas valen más, mucho más, que trincheras de piedras”. Y nuestro método, como ya dijimos, tiene su punto de arranque en la filosofía y en las ideas de la no-violencia activa, inspirada en Gandhi, en Martin Luther King y en la vocación profética de nuestro hermano Hélder Cámara.
En consecuencia, con ocasión de este 11 de septiembre, hacemos el más ferviente de los llamados a todas las personas de buena voluntad que habitan este país y especialmente a la juventud, a que se comprometan y nos comprometamos con más convicción que nunca por erradicar la violencia de nuestra patria, pues ¡la violencia nos deshumaniza, nos embrutece, nos hace consagrar y perpetuar las injusticias y sólo engendra más violencias!
Y volviendo nuevamente al 11: por favor no olvidemos jamás que si hay una lección que el 11 de septiembre nos dejó es que la violencia lleva al fanatismo irracional y a la crueldad de los verdugos, a la tortura por parte del más fuerte, al crimen sistemático y a delirios tales como el creer que haciendo desaparecer a un hermano, se harían desaparecer las ideas de los que pensaban distinto.
Como patética y trágica prueba de esto último, el mundo cuenta en su memoria con un 11 tan trágico como el 11 chileno: el de las Torres Gemelas de Nueva York. ¿Se podría hacer una apología a la violencia en nombre de las víctimas de ese atentado? Bajo ningún punto de vista. Sería como querer combatir el terror con el terror. El problema es que en nuestro país los violentistas invocan como razón para el terror o para sus pataletas, nada más que su intolerancia infantil a la frustración y sus caprichos de chiquillos malcriados. Porque como hemos consignado, en general no tienen ideas políticas, no razonan. Pues si razonaran no lucharían como una horda de saqueadores.

¡Para que nunca más en Chile: No a la violencia, provenga de donde provenga!

PD: Respecto a Pinochet, por razones de humanitarismo, de salud y por su edad, sugerimos se emita un veredicto definitivo y se lo mande a su casa. Por lo demás, la historia ya dictó sentencia sobre él.

Haciéndole llegar todos nuestros respetos, muy atentamente le saluda, movimiento autónomo de filosofía –UC del Norte.


--------------------------------------------------------------------------------

[1] Otto Boye S., La no-violencia activa, Instituto Chileno de Estudios Humanísticos, Editorial Aconcagua, 1983, p. 16.
[2] Ibid. p. 18, 19.
[3] Ibid., p. 31.
[4] Ibid., p. 32.
[5] Ibid., p. 33.
[6] Ibid., p. 31.
[7] Ibid., p. 33.
[8] Ibid., p. 33.
[9] Ibid., p. 33.
[10] Revista Punto Final, Edición quincenal, del 8 al 21 de septiembre de 2006, p. 5.
[11] Ibid., p. 87.
[12] Término acuñado en la Segunda Conferencia General de Episcopado Latinoamericano, Medellín, 1968.
[13] Término acuñado en la Tercera Conferencia General de Episcopado Latinoamericano. Puebla, 1979.
[14] Tomamos por base la obra de José González Faus, aquella en que pone en el centro a la Humanidad Nueva.

6:26 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimado señor director: Pasó el gozar; hay que pasar al pensar y a hacer memoria.
No es desconocido el nexo que hay entre solidaridad y patriotismo, en particular desde la mirada de nuestro San Alberto Hurtado. Y cuánta vigencia cobra esa mirada, entendida como llamado a nuestra conciencia colectiva, a propósito de las fiestas patrias recién celebradas en el país. En razón de ello, nosotros creemos que septiembre debiera ser designado como el mes de la patria; pero no sólo de la patria, sino de la memoria. Así nos haríamos cargo de las obligaciones que en el curso de nuestra historia patria hemos dejado pendientes. Así responderíamos, además, a la interpelación que nos hace Juan Bautista Metz* y Gabriel Salazar, nuestro Premio Nacional de Historia 2006, en el sentido de que ya es tiempo de poner en el centro a los olvidados y los “perdedores” de la historia. Así empezaríamos a superar nuestras burguesas y poco cristianas costumbres de caer en las amnesias y de seguir perpetuando un modo de vida excluyente, que excluye a cientos de miles por medio de las inequidades e injusticias y que invisibiliza y silencia a las “otras voces”. Por lo demás, somos mayoritariamente creyentes (Revista MENSAJE, Nº 551, agosto 2006, Vol. LV, 2006, p. 7: “Somos mayoritariamente católicos…”).
Precisamente, quisiéramos, como católicos, ser consecuentes con esas voces. Digamos que luego del retorno a la calma, después de tanta algarabía, felicidad y “chilenidad”, podríamos preguntarnos si esas fiestas han sido expresión fiel de lo que entre nosotros se conoce como patriotismo. Pues como lo cristiano y lo humanista constituyen el común denominador de nuestra identidad nacional, podríamos rastrear una respuesta rescatando, por ejemplo, la opinión del padre Alberto Hurtado. Claro que habrá que hacer memoria, pues su noción sobre qué serían los auténticos valores patrios o qué es el patriotismo en una sociedad cristiana sólo la hemos conocido parcialmente, o digamos que una parte de esa noción la hemos relegado al olvido.
Primero que todo, para Hurtado, hablar de patriotismo es hablar de solidaridad[1], lo cual, en nuestro país, está indisolublemente ligado a nuestra tradición, historia y cultura humanista y cristiana. Es decir, cada vez que celebremos nuestra chilenidad o hagamos gala de nuestro patriotismo, debiéramos celebrar desde la siguiente verdad: “Somos – como ya se dijo- mayoritariamente católicos…”, o sea, somos una sociedad cristiana. No obstante, esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Y qué hemos entendido por catolicismo, por cristianismo, aquí en Chile? ¿Es que hay alguna relación, acaso, entre ser chilenos y ser cristianos? ¿Es pertinente instalar estas preguntas cuando apenas nos reponemos de las fiestas? ¿No es equivalente a “irse demasiado en la profunda”? Creemos que siempre será pertinente; además, como sociedad humanista y cristiana debemos hacernos cargo de pensar el mundo que vivimos, toda vez que sólo así podremos hacer más humano y más cristiano el mundo en el que vivimos, incluso proyectando el Chile en el que queremos vivir. Claro que al reflexionar desde el padre Hurtado corremos un riego: el de instalar frente a nosotros una segunda pregunta, y esta vez ya frontalmente incómoda, incluso para más de alguien quizás insoportable, planteada hace ya tiempo por el primer santo chileno: ¿Es Chile un país católico? Pues dejemos que la voz de Alberto Hurtado interpele nuestra memoria:
“Para muchos, durante muchos años, el cristianismo ha sido un asunto puramente individual, algo a sí como una especie de seguros para la otra vida…” “Pero el cristianismo auténtico no es eso: es la religión de los hermanos que se sienten responsables de la salvación[2] de sus hermanos”.[3] “Los que han creído que el cristianismo es un asilo para salvaguardar su fortuna, su rango, sus virtudes mezquinas y mediocres han tenido que desengañarse”.[4] “Cristo no es un modelo que haya bajado del cielo para servir de argumento a Leonardo da Vinci ni a Rafael, para que sus cuadros hermoseen los salones. Ni subió a la cruz para que su imagen de marfil o de bronce adorne un dormitorio”.[5] “La elevación del proletariado es elemento substancial del orden nuevo…”, “Esa elevación habrá de realizarse por una modificación profunda de la estructura social actual: de la educación, de la remuneración del trabajo, de la vivienda popular, de la seguridad social”.[6] “Se engaña si pretende ser cristiano quien acude con frecuencia al templo, pero no cuida de aliviar las miserias de los pobres”.[7] “Se engaña quien piensa con frecuencia en el cielo, pero se olvida de las miserias de la tierra en que vive”.[8] “El silencio sobre las injusticias sociales perjudica en mayor grado a la Iglesia de lo que pudieran servirla grandes discursos sobre el peligro de las logias”.[9] “…La burguesía católica en su resistencia a la justicia social ha actuado no en cuanto católica sino en cuanto burguesía”.[10] “Algunos se consideran culpables al estrechar la mano de un masón o de un comunista, pero no al tratar con quienes violan abiertamente la justicia en sus negocios y la caridad en sus palabras o en sus omisiones egoístas”.[11] “Aunque no hubiera nacido Karl Marx o Lenin, aunque Rusia estuviera bajo el régimen de los zares, mientras haya un pobre que padezca injusticia, el católico se siente unido a él, deudor de él. De esta deuda no se sentirá libre hasta haberla pagado”.[12] “El católico es social no por anticomunista sino porque es católico”.[13] “Trabajar en condiciones humanas es bello y produce alegría. Pero esta alegría es echada a perder por los que altaneramente desprecian el esfuerzo del obrero, no obstante que se aprovechan de sus resultados”.[14] “Otros hay que ofenden al obrero, haciéndole sentir que él vive porque la sociedad bondadosamente le procura empleo”. “Más cierto sería decir que la sociedad vive por el trabajo de sus ciudadanos: sin trabajo no habrá riqueza ni sociedad”. “Esta idea podría ser mejor comprendida en una asociación vocacional en la que el trabajador, dejando de ser un simple asalariado, participara de la propiedad y aun de la dirección de la obra en que trabaja para bien y servicio de la sociedad”.[15]
¿Acaso no le hace bien a nuestra chilenidad, y a nuestro ser y estar en el mundo, el ejercitar el pensamiento y la memoria? Obvio que sí; la vida no es puro gozar y gozar, también es necesario pensar y hacer memoria. Hacer memoria es…
confrontar el “Bienaventurados los olvidadizos”[a], de Nietzsche, con el “bienaventurados los que sufren”, de Jesús, y proclamar con Metz: bienaventurados “los que no pueden olvidar el dolor”[b] de las voces de los silenciados, las víctimas inocentes, los humillados, los injustamente excluidos, los del sueldo mínimo, los que tienen hambre y sed de justicia, los perdedores de la historia… de esa historia predicada y enseñada por los propietarios de la Teta Eterna, guardianes eternos de los valores y los dogmas globales de un neoliberalismo en decadencia.

Atte., Micaela Huala, Narda Rivera, Bastías Noé, voceros movimiento autónomo de filosofía –UC del Norte, IV Región , Chile .

*Johann Baptist Metz
Nace en 1928 en Auerbach (Palatinado del Norte), es profesor y doctor en filosofía y en teología. Cursó carreras en Bamberg, Innsbruck y Múnich. De 1963 a 1993 ejerce como catedrático de teología fundamental en la Universidad de Münster.
Fundador de la teología política, Coeditor de la revista internacional de teología Concilium, fue profesor invitado de filosofía de la religión e ideas en la Universidad de Viena de 1993 a 1998 y fue nombrado doctor honoris causa por esta misma universidad en 1994. Entre sus obras destacan Teología del mundo (1970), La fe en la historia y la sociedad, Más allá de la religión burguesa (1982) y El clamor de la tierra: el problema dramático de la teodicea (1996), entre otras.
Metz subraya el carácter histórico y no mítico de la fe cristiana: el Dios cristiano no está por encima de la historia; es el Dios de la hora histórica. En Jesús la trascendencia se convierte en acontecimiento histórico de salvación (= liberación). Frente a las tendencias privatizadoras de la fe de las teologías existencial y trascendental, acentúa la dimensión crítico-pública de la fe. Traduce teológicamente la primacía categorial del futuro en el pensamiento moderno “como escatología crítica creadora” (ojo, no esperadora) y la esperanza como resistencia creadora-liberadora. En su obra Dios y tiempo, nueva teología política (2002) pone en el centro la lucha contra la amnesia y el olvido de las víctimas inocentes de la historia a que arrastran los condicionamientos socio-políticos actuales y una cultura anamnética (= amnésica) enfatizando el carácter actuante y cívico del movimiento fundado por Jesús. La provocación del discurso sobre Dios (2001) es una obra hecha en co-autoría con Elie Wiesel, obra fruto del homenaje con motivo de su setenta cumpleaños en el que participaron Joseph Ratzinger, Jürgen Moltmann y Eveline Goodman-Thau.

--------------------------------------------------------------------------------

[1] Tony Mifsud, grupo de reflexión y ética, Universidad Alberto Hurtado, Informe Ethos, 2005.
[2] Entiéndase salvación como la entiende Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Hélder Cámara, John Sobrino, J. B. Metz, Richard Shaull, José Comblin, etc., etc., es decir, como liberación integral de la humanidad y de los pueblos, lo que incluye lo político, lo económico, lo social. Y la liberación de los fanatismos religiosos deshumanizante (tan en boga).
[3] PADRE HURTADO, MENSAJE A LOS JÓVENES, Adaptación de manuscritos originales: Padre Miguel Ortega Riquelme, Editado por Encuentro Continental de Jóvenes, Arzobispado de Santiago. Producción General: El Mercurio S. S. P., octubre 1998, p. 33.
[4] Idem, p. 31, 32.
[5] Idem, p. 32.
[6] Idem, p. 83.
[7] Idem, p. 95.
[8] Idem, p. 95, 96.
[9] Idem, p. 98.
[10] Idem, p. 102.
[11] Idem, p. 101.
[12] Idem, p. 104.
[13] Idem, p. 105.
[14] Idem, p. 117.
[15] Idem, p. 117.

[a]Nietzsche, Friedrich, Más allá del bien y el mal, en Obras completas III, trad. de P. Simón, Buenos Aires, 1970, p. 641 ss.
[b] Metz, Johann Baptist, Dios y tiempo, Nueva teología política, Editorial Trotta, Madrid, 2002, p. 170.

2:47 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimado señor director:

Mascotas desechables, novillos torturados y zorros inmolados por pura crueldad y en nombre de un ¡viva Chile!

La noticia no fue muy difundida y sonó como a dato “raro”: “Descubren cementerios de perros en Perú” . Es decir, y específicamente, pueblos originarios del Perú, de la cultura Chiribaya, contaban con cementerios para mascotas, en los cuales, por lo visto, el trato digno era su sello pues las difuntas mascotas eran “cubiertas de cómodas mantas y alimentos” . La noticia, en todo caso, no es para nada “rara”. Históricamente está demostrado el respeto sagrado que los pueblos originarios le prodigaban en su ser y estar en el mundo a los “otros” hermanos: animales, árboles, plantas, ríos, agua, tierra. En nuestra cultura accidentalizada un respeto así es virtualmente impensable. Respecto a los perros, Chile podría ser llamado, fácilmente, el país de las mascotas desechables.
Efectivamente, un número altísimo de perros “zombi” deambulan sin rumbo por nuestras calles y barrios; y ya son parte del paisaje urbano. El espectáculo conmueve: se los ve con sus ojos de abandono, raquíticos, no pocos con tiña, brutalmente maltratados. En las noches frías despedazan la basura embolsada esperando encontrar algún rastrojo para introducir algo en sus vientres vacíos. Cuántos no terminan mordiendo o tragándose algún plástico, o con su hocico sangrando por alguna lata de jurel San José vacía transformada en una trampa maldita. Nosotros/as sostenemos que es una mentira el afirmar que se trata de perros vagos. La verdad es que “perros vagos” no es más que un sobrenombre que los humanos les hemos puesto para ocultar nuestra responsabilidad y desprecio hacia ellos. Seamos sinceros: llamémosles mejor perros abandonados. Es verdad que hay un número de ellos que se ha extraviado, pero en general se trata de perros desechados, olvidados, que algún día alguien de “alma grande” decidió tirar a la calle como quien tira una de esas bolsas de basuras aludidas. ¿Quién puede decir que jamás ha visto a uno de ellos? Sólo quien no quiera verlos. De hecho la mayoría los elude. Es que esos perros son un llamado que se incrusta como un taladro insoportable en nuestras conciencias: si te los encuentras sus ojos tristes e indefensos te hablan, te parten el pecho; sus ojos son los ojos del abandono, ojos del espanto causado por nuestra crueldad; ojos que parecen preguntarte ¿por qué?, o como que aullaran desde su más honda tragedia un auxilio desgarrador, o como que lloraran al cielo suplicando ¡piedad, misericordia, justicia, dadme agua, dadme algo para comer o libérame de este tormento!
Digámoslo, y aunque no nos guste admitirlo: no les llegamos ni a los tobillos a nuestros antepasados en materia de respeto a los que éstos y Francisco de Asís reconocieron como hermanos. Es que aquí prima un antropocentrismo soberbio y que en no pocos casos invoca razones bíblicamente distorsionadas para asegurar la supremacía del hombre sobre toda la creación, jurando que el sitial reservado para éste es el vértice de la pirámide cósmica. Así es, y seguro debe ser por esto de que aquí en nuestra patria (humanista y cristiana) se exalta como un valor sumo la ley bruta de la pura crueldad y del matonaje del más fuerte contra el más débil. ¡Pobres mascotas desechables! ¡Pobres “hermanos menores”, especialmente en septiembre! Para colmo este mes llegan los circos, muchos de ellos verdaderas cárceles rodantes para miles de animales condenados a perder su libertad y dignidad porque a alguien se le ocurrió lucrar con ellos forzándolos a andar en dos patitas para que unos ciudadanos “humanistas y cristianos” celebren y rían a carcajada batiente comiendo cabritas desde unas butacas pasadas a peo. ¿Y los rodeos? Ni hablar de los rodeos.
En nuestros “adorables” y “patrióticos” rodeos -y no sólo en septiembre- se ovasiona con delirio a unos señores de talones de suela y pezuñas rompe sábanas que se sienten “héroes haciendo patria” por atormentar a unas indefensas creaturas de Dios abandonadas a su suerte en unas medialunas que evocan a los circos romanos (en cuyo suelo corrían ríos de sangre de víctimas indefensas a objeto de satisfacer el apetito insaciable de algún Calígula pelacables). ¡Que desgracia la de estas pobres creaturas de Dios!
En virtud de lo precedente, y considerando especialmente septiembre, debiéramos sentirnos llamados a hacer una reflexión aunque sea mínima sobre el respeto que le debemos a nuestros hermanos menores los animales, sobre todo considerando que somos humanistas y… cristianos.
Por de pronto, a nosotros/as nos da vergüenza; sí, porque hasta aquí hemos atropellado flagrantemente los más elementales derechos de esas creaturas, también hijas e hijos de Dios. Un ejemplo de ese atropello, otro ejemplo: el caso de “la caza del zorro”, organizado por un club de huasos acá en la IV Región (de esos que no se pierden ni una fiesta de religiosidad popular, y que en los cuasimodos ponen ojos blancos al cielo y caras de “inocentes niños buenos” y que se queman hasta los ojos con la esperma de las velas que levantan en la celebración).
Para que se sepa a qué referimos, señor director: resulta que estos neo-huasos, aprovechándose de las fiestas patrias, no encontraron nada mejor que imitar una tradición cortesana inherente a las noblezas europeas o monarquías feudales (claro que haciendo gala de un estilo más rasca que tapadura de greda) y organizaron cacerías de animales. Sí; y la víctima elegida es un pobre zorro, al que sueltan para la ocasión. ¿Y sabe quién se lleva el trofeo de ganador o campeón? Respuesta: el “lord” que vuelva con el zorro muerto al hombro. Y corren hasta apuestas en dinero para darle más “honor” al ganador y color a la cuestión. ¿Podríamos llamarle a esta invención, una acción zorrúa, señor director? ¿O así estaríamos haciéndoles un flaco favor a los pobres zorros?
En último término, dicha invención, o “entretención”, se inscribiría -siguiendo la línea argumental del destacado historiador chileno Alfredo Jocelyn-Holt- en un viejo truco más por parte de cierto trasnochado “nacionalismo político y cultural” que se ha enquistado entre nosotros, y que “desde hace casi ya 200 años” viene operando en las fiestas patrias para hacerle creer a no pocos que en esos entretenimientos vulgares, picantes y deshumanizantes está la “chilenidad”, gritando a los cuatro vientos unos “viriles” ¡viva Chile! ¿Sabrán lo que es desear vida y jugársela por la vida? ¡Por favor!

Respetuosa y perrunamente, le damos las gracias, señor director, por tomar partido por promover el respeto debido a nuestros hermanos “menores”, porque como advertía sabiamente Gandhi: La nobleza de un pueblo se mide por el respeto que sus habitantes tienen por los animales. Nosotros/as decimos que ese respeto nos hace más humanos. Por último, ¡que ejemplo de humanidad y respeto a todas las creaturas nos dan una vez más los pueblos originarios, especialmente los Chiribaya, de nuestra hermana República del Perú!

Muy Atte., Juan Alegría Mundaca, Micaela Huala, voceros movimiento autónomo de fisolofía –UC del Norte, IV Región, Chile.

4:59 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Estimado equipo directivo-editorial: Orgullosos, ¿o chovinismo amnésico?

¿Podrá usted creerlo, señor director?: 8 de cada 10 chilenos se sienten orgullosos de ser chilenos, de acuerdo con los resultados del estudio de Adimark. Si es así, entonces... sigamos con las escandalosas cifras de desigualdad del ingreso, amparando la ética patronal farisaica del laissez faire, e ignorando a las temporeras -a esas que respiran químicos anti-plagas desechados por ley hace 40 años en Europa, que almuerzan encima del barro y al lado de baños que son verdaderas urnas de las moscas y el estiércol-. Sigamos, entonces, sin un solo gesto de autocrítica, posicionándonos en los primeros lugares a nivel mundial en maltrato infantil, y rasguemos vestiduras -como si no entendiéramos nada- cuando a un canalla se le ocurra arrojar a “su” hija desde un décimo piso y otro azote al “suyo” contra el paredón. Y entonces que no se nos dé nada por los abuelos, por esos que hemos olvidado como perros con sus pensiones de hambre en los pasillos de los hospitales públicos y en albergues donde se los trata como “cachos”. Y sigamos adelante con nuestros apellidismos denunciados en el PNUD, inmersos en la brutalidad automovilística del inglés de Latinoamérica, esto es, del bocinazo eterno, del escupitajo por la ventana, del pañal con mierda lanzado a la berma y de la bravuconada “heroica” del que llega a la casa a desquitarse con la señora. Sigamos con el desprecio a los hermanos peruanos, a nuestros hermanos mapuches; sigamos haciéndonos los desentendidos con nuestros alcoholismos surtidos (droga legal) en que hemos abandonado a los que no tienen futuro en esta república (Nota: Chile ostenta las más altas cifras en alcoholismo INFANTIL en el mundo). Y… sigamos organizando campañas de comerciales donde se regalen "cachorritos" a destajo, mientras tanto hagámonos los lesos por las cientos de miles de mascotas desechables que vagan con sus vientres vacíos entre Arica y la Antártica. Y sigamos con las jefaturas tipo Antuco, ¡que reinan en este país! Y sigamos calificando como "CARGAS" a la esposa y al niño en los contratos de trabajo, y celebremos la “genialidad” de Escudo por su repulsivo spot televisivo del "¿y tu hermana?"; y sorprendámonos luego con el caso del “macho” que con una sierra eléctrica ataca por la espalda a "su" propia mujer". Paréntesis: "Es que todo esto es culpa de los argentinos, de los bolivianos, o de los marxianos (= marxistas); no es responsabilidad de los chilenos", diría algún amigo del Opus dei, y agregaría: ¡Nos sentimos orgullosos, y qué!” . (Sin comentarios).
Para terminar, digamos que habría que darles, tranquilamente, la razón -ahora más que nunca gracias a "El Pago de Chile" de Nicanor Parra- a aquellos Caínes que aún guardan silencio frente a una interpelación que Dios le viene haciendo hace más de treinta años a todo un país: “¡¿DÓNDE ESTÁN?!”

Atentamente, Juan Repollo, movimiento autónomo de filosofía
-UC del Norte.

movimientoautonomodefisolofia@yahoo.es

8:54 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

After getting more than 10000 visitors/day to my website I thought your movimientoquelhue.blogspot.com website also need unstoppable flow of traffic...

Use this BRAND NEW software and get all the traffic for your website you will ever need ...

= = > > http://get-massive-autopilot-traffic.com

In testing phase it generated 867,981 visitors and $540,340.

Then another $86,299.13 in 90 days to be exact. That's $958.88 a
day!!

And all it took was 10 minutes to set up and run.

But how does it work??

You just configure the system, click the mouse button a few
times, activate the software, copy and paste a few links and
you're done!!

Click the link BELOW as you're about to witness a software that
could be a MAJOR turning point to your success.

= = > > http://get-massive-autopilot-traffic.com

4:55 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home

 

 

ñe paño?

    "Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año, y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles"

     

    Bertolt Brecht

     

    "El Estado es el hermano menor de la Iglesia, y el patriotismo, esa virtud y ese culto del Estado, no es otra cosa que un reflejo del culto divino… el Estado ha sido siempre el patrimonio de una clase privilegiada… pero para el bien del Estado es preciso que haya una clase privilegiada cualquiera que se interese por su existencia, y es, precisamente, el interés solidario de esta clase privilegiada, lo que se llama patriotismo"

     

    Mijail Bakunin

     

    Dale de comer a SaKallaMa

     


    visitas desde mayo 06